Éstas eran dos líneas paralelas enamoradas una de la otra.
Las líneas paralelas, según los matemáticos, no se juntan ni aunque se prolonguen hasta el infinito.
Sin embargo estas dos líneas se juntaron, y juntas, amándose por siempre, están allá, en el infinito.
Alguien preguntará: ¿por qué sucedió eso?
La explicación es bien sencilla: porque el infinito de los matemáticos es finito cuando se le compara con el infinito de los enamorados.
¡Hasta mañana!...