Se encontraron un día John Dee, inglés, y el español don Juan. Dee era el hombre más sabio de la Europa; don Juan, el más famoso seductor.
Los dos habían llegado ya a la madurez. Poseía John Dee la más vasta biblioteca conocida; don Juan tenía un solo libro: aquel en que guardaba para sí los nombres de las mujeres que lo amaron.
Dijo el inglés, con envidia:
-Me habría gustado tener yo también un solo libro y muchas mujeres.
Respondió con tristeza el español:
-A mí me habría gustado tener muchos libros y una sola mujer.
Todos los hombres somos al mismo tiempo Dee y don Juan. En nosotros combaten la carne y el espíritu. A veces triunfa la una; en ocasiones vence el otro. A los dos hemos de amar. Somos los dos.
¡Hasta mañana!...