HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
-De todos los frutos podréis comer -dijo el Señor a la mujer y al hombre-, menos del fruto del árbol del bien y del mal, porque pereceréis.
Eva, que ni siquiera había reparado en aquel fruto -según la tradición, una manzana- empezó entonces a buscarlo con afán, de tal manera que la serpiente casi ni tuvo que ofrecérselo para que lo comiera.
Salieron pues del paraíso Adán y Eva, expulsados por la cólera de Dios.
Al cabo de unos días Adán le ofreció a Eva otra manzana.
-No, gracias -dijo la mujer.
-¿Acaso no te gustó aquella que comiste? -le preguntó Adán.
-Sí me gustó -respondió ella-. Y mucho.
-Entonces -preguntó el hombre- ¿por qué no quieres probar otra manzana?
Y dijo la mujer:
-Porque ya no hay nadie que me la prohíba.
¡Hasta mañana!...