El pez grande se comía al pez chico.
Tal era su deber: ya se sabe que el pez grande se come al pez chico.
Un día, sin embargo, los peces chicos se cansaron de que el pez grande se los comiera siempre.
Se juntaron, y todos juntos los peces chicos se comieron al pez grande.
Este relato tiene una moraleja: el pez grande se come al chico porque el pez chico está solo. Si el pez chico se junta con otros peces chicos, el pez grande ya no podrá comérselos.
Llegará el tiempo en que el refrán ya no dirá: “El pez grande se come al chico”. En el futuro va a decir: “Los peces chicos, juntos, se comen al pez grande”.
¡Hasta mañana!...