Don Abundio, el viejo campesino del Potrero, es un hombre muy sabio. Tiene la recia sabiduría que sólo pueden dar la edad y el trato con la tierra. Yo se lo digo, y le digo que él sabe mucho más que yo.
Me responde:
-Es que a usted le estorbó la escuela, licenciado.
Camino con don Abundio por el huerto. Los manzanos han empezado a dejar caer sus hojas, y las frondas de los ciruelos se van pintando de ocre.
Le digo:
-Se acerca ya el invierno, don Abundio.
-Sí -contesta él-. Y también se acerca ya la primavera.
Es hombre de saberes don Abundio. Sabe bien que la vida llega siempre, aunque parezca que se va.
¡Hasta mañana!...