Malbéne acaba de publicar un texto en el último número de la revista “Fructus”, de la Universidad de Lieja. En él afirma lo siguiente:
“... Oímos hablar mucho del martirio, y lo exaltamos como forma suprema de heroísmo. Desgraciadamente el martirio por sí mismo no prueba nada, aparte de la voluntad del mártir de dar la vida por su fe, sea ésta la que fuere. Así como hay mártires cristianos y católicos, los hay también de otros credos religiosos, algunos extravagantes e inhumanos. Morir por la fe puede tener mérito, pero más mérito tiene vivir por ella si esa fe se traduce en actos de amor y de bien. El sudor de los buenos suele rendir más frutos que su sangre...”.
Así dice ese texto de Malbéne. Seguramente escandalizará a los que tienen en más estima la muerte que la vida.
¡Hasta mañana!...