HISTORIAS DE LA CREACIÓN DEL MUNDO
-¿Por qué tardaste tanto?
-Señor, allá abajo no se está del todo mal.
-Pero es que me hacías falta. Te necesitaba.
-Caramba, Señor. Tú tienes música de ángeles.
-Sí, pero no es tan buena como la tuya.
-Yo lo único que hice fue dar a los hombres una gota de los inmensos mares de belleza que creaste Tú.
-E hiciste bien. Pero también nosotros queremos tus armonías. Aquí entre nos te diré que el cielo no era tan cielo cuando faltabas tú.
-Dime qué debo hacer, Señor.
-Entrar, naturalmente. Y tocar luego. Tocar, porque esa fue tu gloria. Tocar para siempre aquí en la gloria.
Y Andrés Segovia se sonrió, y entró con su guitarra al cielo.
¡Hasta mañana!...