El padre Soárez charlaba con el Cristo de su iglesia.
-Dime, Señor -le preguntó-. ¿Por qué es tan difícil encontrarte?
-No es difícil -le respondió Jesús-. Lo que sucede es que ustedes cometen dos errores. Uno es buscar lo divino nada más en lo divino. Eso conduce a una vana, estéril teología apartada del hondo drama de lo humano. Otro es buscar lo humano solamente en lo humano. Esa es sabiduría perecedera apartada del eterno misterio de lo divino. Me hallarán tan sólo aquellos que busquen lo humano que hay en lo divino y que busquen también lo divino que hay en lo humano. Se debe buscar a Dios en los hombres. Se debe encontrar al hombre en Dios. Y eso, padre Soárez, no puede conseguirse más que en mi Amor y por mi Amor.
-No entendí bien -dijo confuso el padre-.
-No importa -sonrió Cristo-. Si amas lo entenderás todo.
¡Hasta mañana!...