SE ACERCAN tiempos definitorios para el Partido Revolucionario Institucional. Después de haber sufrido dos derrotas consecutivas en las elecciones para la Presidencia de la República, el partido histórico de México tendrá que afrontar su destino como tal, con motivo de la renovación de su comité ejecutivo nacional el próximo mes de febrero.
PARA BIEN O PARA MAL y con todos sus defectos, deficiencias, corrupciones y desviaciones ideológicas, el PRI ha sido el constructor del México moderno que hoy vivimos más de cien millones de mexicanos. El México actual, no es otra cosa que el resultado de las acciones del PRI y de los mexicanos que lo construyeron a lo largo de estos setenta y tres años.
COMO DICTABLANDA, DICTADURA PERFECTA y de otras mil maneras han querido definir al partido histórico de México. En todas las descripciones quizás haya algo de verdad, pero también existen algunos juicios que no concuerdan exactamente con la realidad.
DE AHÍ QUE LA PERMANENCIA del PRI en la vida del país como la organización política que representa las corrientes ideológicas de la Revolución Mexicana y del nacionalismo revolucionario, es de capital importancia para el desarrollo democrático de la nación.
LAS ÚLTIMAS JORNADAS electorales para la elección de su presidente nacional y la selección de su candidato a la Presidencia de la República en 2000 y en 2006, tuvieron consecuencias negativas a su interior, como fue la polarización de diversos grupos de poder, el secuestro de la entidad política por parte de factores e intereses de poder y costosas divisiones internas que hicieron crisis con motivo de las derrotas electorales.
QUIZÁS SEA esta la última oportunidad que tiene el PRI para lograr una recomposición que le permita posicionarse como partido ganador, moderno y acorde con los grandes cambios que ha tenido el mundo globalizado, cambios que por cierto el mismo PRI propició, y que están a la vista de todos.
DE NO HACERLO así, el PRI volvería a los tiempos en que en cada uno de los estados de la República, los grupos locales del poder económico y político resolvían a su manera muy particular los problemas e intereses locales, lo que hizo perder la visión de la general de la nación en su conjunto.
POR LO PRONTO HAN surgido dos aspirantes a dirigir el Partido Histórico de México: Beatriz Paredes y Enrique Jackson ambos con una larga e importante trayectoria política y administrativa.
EL ANÁLISIS de estas personalidades que ahora pretenden abanderar al PRI en sus tiempos más difíciles y problemáticos de su larga historia. Por lo pronto es de reconocerse que esa entidad política logró a pesar de todo durante en las pasadas elecciones más de diez millones de votos. gaasoc@hotmail.com
