HABRÁ QUE ESPERAR el resultado de las indagatorias, para poder formarnos un criterio válido, sobre el lamentable asunto del subprocurador de Justicia en la Comarca Lagunera de Durango y que hoy se encuentra arraigado bajo investigación por su posible implicación en una serie de crímenes que alarmó a nuestra Comarca en días pasados.
HUGO ARMANDO RESÉNDIZ MARTÍNEZ, subprocurador de Justicia en el Estado de Durango, es investigado por los siguientes seis homicidios: el asesinato de dos pilotos de aeronave, de un empresario de Nuevo León y de la ejecución del líder de taxistas Jaime Meraz Martínez, su esposa, su pequeño hijo y un tercero taxista, esto es, con relación a siete homicidios.
DE LLEGAR A COMPROBÁRSELE al funcionario solamente uno de los siete homicidios en investigación, esto sería mÁs que suficiente para prender la alerta roja dentro de los organismos policiacos del Estado vecino. Y es que lo que se está investigando, significa que el más alto funcionario en la Administración de justicia (hágame usted el favor) en la Comarca Lagunera de Durango, podría estar involucrado de alguna manera con el crimen organizado.
SI EL JEFE DE LA POLICÍA MINISTERIAL estuvo realmente implicado en estos siete siniestros delitos, es sensato deducir que no hubiere operado de manera solitaria. De ninguna manera es penable que el abogado haya dejado los códigos en su oficina, para salir pistola en mano a cometer personalmente siete ejecuciones. Lo lógico es presumir que contaría con la complicidad de algunos de sus subordinados.
ESTO QUIERE DECIR además, que los cuerpos policiacos y de la persecución de los delitos, podrían haber sido infiltrados y penetrados a fondo por el crimen organizado y aunque esta noticia no es nueva, sí preocupa a la ciudadanía que ha depositado la confianza en sus autoridades que en vez de combatir el delito, parecería que se asocia con él.
LA CIUDADANÍA HA VENIDO tolerando y aceptando con resignación muy a la mexicana, las múltiples molestias que le representan los retenes y operativos policiacos que montan policías locales, federales y el mismo Ejercito, dizque para combatir en vía pública el crimen organizado; pero resulta verdaderamente irritante, que mientras las familias son bajadas de sus vehículos (y algunas veces vejadas) para revisión o detenidos en su libre tránsito por cualquier calle, avenida o reten carretero, los señores autoridad muy ocultos y calladitos, se asocien al crimen para ganarse un dinerote extra.
YA DIJO EL secretario de la Defensa general Galván Galván, que la lucha será larga, difícil y con bajas por ambos lados. En ese combate todos estamos de acuerdo, pero pensamos que esta batalla debería extenderse también al interior de los cuerpos de las instituciones ministeriales y policiacas.
SI SE CONOCE QUE las operaciones del crimen organizado dependen en un ochenta por ciento de la tolerancia y complicidad de las propias autoridades encargadas de combatirlo, pues profundicemos en investigar a esas autoridades, ya que sin esa complicidad, sería muy difícil que operara el crimen como lo hace actualmente: con toda impunidad.
Comentarios gaasoc@hotmail.com
