PARA LOS VERDADEROS ESTUDIOSOS de la Ciencia Política, que muchos confunden con el chisme y el escándalo, la posición que tomó la nueva presidenta del PRI Beatriz Paredes para renovar a ese partido como una organización de Centro Izquierda, les ha parecido acertada y posible.
LA PROPIA HISTORIA de ese organismo político, pone de manifestó que desde sus orígenes fue un partido Liberal y de izquierda nacionalista. Con ello, permitió que el país lograra contrarrestar y hacer frente con éxito, a las políticas expansionistas del fascismo y del marxismo, que en su momento arrasaban con todos los sistemas políticos que encontraban a su paso.
MÉXICO LOGRO SOBREVIVIR ante esas asechanzas que lo hostigaban, con un régimen político partidista de izquierda y liberal, sin caer en los extremos de una izquierda marxista-leninista intransigente.
EL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL fue realmente un partido de izquierda. Con todos sus errores, desviaciones, corrupciones y autoritarismo que nadie puede negar, supo estar a la altura de sus tiempos y sus circunstancias.
FUE UN PARTIDO que sin duda cometió miles de errores y corruptelas, pero tuvo también muchos aciertos. Solamente los cegados por la ignorancia, por el desconocimiento de nuestra historia o por mala fe, pueden negarle el protagónico y constructivo papel que ese partido tuvo en la vida del país.
LA HISTORIA nos dice que el PRI fue siempre un partido de izquierda, si por izquierda como explica la teoría política, se reconoce a un sistema de Gobierno que cuyas acciones son encaminadas a beneficiar a los más desposeídos, crear instituciones que faciliten el acceso de los menos favorecidos a la salud, a la educación, al desarrollo económico y a un reparto más equitativo de la riqueza del país mediante una política del más gasto retributivo.
RECONOCIDAS como acciones políticas de izquierda, es innegable que el PRI concretó el reparto agrario, nacionalizó y rescató para México el petróleo, nacionalizó la energía eléctrica, creó la CFE, el IMSS, el ISSSTE, Infonavit, Nafinsa, la Conasupo, los Institutos de Cardiología, de Nutrición, el Infantil, de Neurología, un enorme sistema educativo, el INBA y cientos de museos, todo esto con el criterio de que la mayoría de los mexicanos, pudiera tener acceso a los bienes materiales, de la cultura y la educación.
BEATRIZ PAREDES deberá reorientar la nave de ese partido rumbo a un Centro Izquierda para abanderar la demanda de la mayoría y sumar las aspiraciones de millones de mexicanos ya hartos de la izquierda infantil, desbaratada y clientelista de López Obrador, y temerosa de una derecha recalcitrante y ?yunquista? que atente contra los principios liberales de Juárez y el Estado laico.
SERÁ ÉSTA la última oportunidad que el partido histórico de México tenga para retomar su lugar en el concierto político del país. Sin duda el reto será muy difícil, pero Beatriz Paredes podría lograrlo.
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