EL TEMA SURGE de nuevo. El polémico y controvertido asunto de la legalización de los estupefacientes sigue ocupando el tiempo de gobernantes, juristas, médicos y estudiosos de los problemas sociales, pues no hay día del año en que los mexicanos no desayunemos con el fatídico tema del narcotráfico.
MILES DE MEXICANOS han sido asesinados por todos los rumbos del país durante estos dos últimos años. Todo esto pone de manifiesto que sin lugar a duda, México ha sido convertido en el campo de batalla en una guerra que el Estado parece ir perdiendo.
LAS RIÑAS INTERNAS de los diversos grupos de narcotraficantes ponen en estado de crispación a los mexicanos, que impotentes e indefensos miran azorados lo que está sucediendo en su país.
LAS MÁS DE las veces autistas de la realidad, preferimos practicar la política del avestruz, y cerramos ojos y mente frente a los desagradables sucesos de que informa diariamente la prensa.
EN MÉXICO SE ESTÁN cometiendo miles de asesinatos y la niñez y la juventud se está enrolando activamente en las filas de los nuevos adictos. El descuido, la ignorancia y hasta la misma indiferencia de los padres nos les ha permitido detectar a tiempo los síntomas de un drogadicto principiante, lo que de llegar a hacer, ayudaría en algo a combatir el narcomenudeo.
EL CRIMEN ORGANIZADO apareció como tal en los Estados Unidos de Norteamérica durante los años veintes del siglo pasado, con motivo de las leyes que prohibieron la fabricación, venta y transportación de bebidas alcohólicas. Esta prohibición no dio ningún resultado, pero sí originó el surgimiento de los llamados “gangsters” quienes además llegaron a ser héroes gracias a las películas de Hollywood, muchas de las cuales ellos mismos financiaron para mejorar su imagen ante el pueblo.
LA REALIDAD es que la prohibición no terminó con el consumo de alcohol, por el contrario, la misma prohibición estimuló la búsqueda de lo prohibido, y el pueblo norteamericano bebió whisky como nunca antes lo había hecho.
FINALMENTE prohibir las bebidas espirituosas no dio ninguno de los resultados esperados, pero sin embargo, sí fomentó la aparición de poderosas organizaciones del crimen que dispusieron de millones de dólares para realizar sus fines y para corromper a la administración pública a sus tres niveles.
¿Y SE PREGUNTAN LOS ANALISTAS: ¿Será prohibiendo los estupefacientes la solución para terminar con su consumo? En el caso de las bebidas alcohólicas definitivamente no lo fue, pero lo que sí fomentó fue el crimen organizado con todas sus consecuencias.
DE AHÍ QUE VALDRÍA LA PENA se profundizara sobre este tema, que para México es por hoy de la mayor importancia.
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