EL ALCALDE HA TOMADO la decisión de investigar la manera y modo de cómo viven los más de mil policías de Torreón. Todo ello con el a fin de conocer hasta qué grado han sido impactados por la corrupción, y si su modo de vida corresponde realmente a sus ingresos ($6,000.00 al mes) o si lo que tienen los agentes policiacos en sus hogares va de acuerdo con lo que ganan. Desde la fronteriza ciudad de Piedras Negras, en donde nadie sabe qué andaba haciendo, el jefe del Ayuntamiento de la centenaria ciudad lanzó urbi et orbi tan sentida catilinaria.
ANUNCIÓ QUE SE INVESTIGARÁ cómo y en dónde viven los integrantes de los cuerpos policiacos, para así poder llegar a establecer hasta qué grado podrían haber sido impactados por la corrupción. Ante tan tonante declaración del alcalde, el jefe policiaco en Torreón, Alfredo Castellanos Castro, quizás con la intención de suavizarla, la compuso diciendo: “que de lo que se trata es mejorar las condiciones de vida de los servidores públicos”.
PERO LO QUE REALMENTE anunció la autoridad municipal, es que se harán visitas domiciliarias a las casas de los policías, aunque asegurando, que por ningún motivo se invadiría su intimidad como personas, como familia ni su vida privada.
LA MEDIDA PARECE en sí muy novedosa y hasta ingeniosa. La verdad es que no existen antecedentes en la vida de nuestra ciudad de una cosa semejante. En el país y en el mundo nos parece que tampoco se había instrumentado un sistema tan original para detectar la corrupción.
EL GOBIERNO FEDERAL y el de los estados por conducto de los poderes legislativos correspondientes han venido estableciendo una serie de intrincados, complejos y pormenorizados sistemas de vigilancia y supervisión para detectar la corrupción de los empleados públicos.
AHORA TODOS ESOS SISTEMAS han quedado rebasados, y yo agregaría, hasta obsoletos y anacrónicos. En medio de este desierto de la centenaria y joven ciudad de Torreón, se ha inventado un novedoso procedimiento, que ni a los más inteligentes creadores de la Contraloría de la Federación se les hubiese ocurrido.
Y ES QUE VISITANDO LAS CASAS de los servidores públicos, (específicamente de los policías) se logrará constar: de cuántas pulgadas es el televisor de plasma y el tipo de parabólica; el número de radios; el tipo y tamaño de los colchones; número de automóviles deportivos en el garaje; el tamaño de la alberca y su capacidad en metros cúbicos; la cantidad de equipos de aire acondicionado y su tonelaje; las obras de arte de pintores reconocidos que cuelgan de las paredes, etc.
TODO ESTO NOS parece muy bien; pero si queremos ser parejos, ¿Por qué razón no se hacen también estas mismas visitas en los domicilios de los funcionarios y no nada más en las casas de los policías?
PORQUE FINALMENTE, lo que es parejo no es chipotudo.
Comentarios: gaasoc@hotmail.com