LOS MEXICANOS, como la mayoría de los pueblos del mundo, somos amantes del chisme, del rumor y de pronunciar juicios sin tener en la mano los elementos reales para emitirlos.
SOBRE ESTE TEMA podríamos escribir mucho texto, pero no es el caso, bástanos recordar algunos temas que ocuparon la atención el país en los últimos años, para confirmar lo dicho. Muchos estudiosos opinan que el rumor se produce en la sociedad por la falta de información de los medios y de los propios gobernantes.
CUANDO EL ASESINATO del Luis Donaldo Colosio el pueblo mexicano se hartó de rumores y desinformación. En ese momento todos reporteros y opinadores del país, se convirtieron de un día para otro, en médicos forenses y especialistas en trayectoria balística, cuando en su vida habían visto el cadáver de una víctima de homicidio ni una pistola. En ese momento toda la opinión pública naufragó en una serie de dislates y disparates que lo hundieron en la total ignorancia y desinformación sobre el caso inventado un “compló”
PASADOS VARIOS AÑOS se presentó el caso del bandido René Bejarano y los reporteros, conductores de televisión y los opinadores se transformaron como por arte de magia, en técnicos de video grabaciones, edición de imágenes y textos; pero lo más increíble, se transfiguraron en doctos asesores sobre la preparación, instrumentación y ejecución de complots. Con ello lo único que lograron fue que la opinión publica se olvidara del delito de cohecho que tenía ante sus narices, para distraerse en la búsqueda de quien había sido el autor del “compló” que video grabó a Bejarano embolsándose cientos de miles de dólares.
AHORA SE NOS PRESENTA el caso del chino contrabandista de materiales químicos y fabricante de drogas sintéticas y nuevamente se acorrala a la opinión publica por los medios y las autoridades para que se distraiga del fondo del delito cometido, y se diluya la verdad haciéndolo un caso político del cual todos los partidos quieren sacar raja dándose hasta con la cubeta, es más, lo quieren transformar en un nuevo “Compló”
EL MEOLLO de este asunto no debería ser otro, que el chino justifique primeramente, la procedencia legal y la posesión legítima de los 207 millones de dólares; segundo, que acredite el origen de esos millones de dólares y si esos ingresos fueron declarados al SAT; se deberá indagar también, si los bancos en donde depositaba el chino su dinero dieron vista a la Secretaría de Hacienda que por razón del monto de los depósitos, así se los exige la Ley.
EN NUESTRA MODESTA opinión, el Gobierno Federal debería con base en las leyes fiscales, embargar preventivamente esos millones de dólares para garantizar el interés de Hacienda, por la probable evasión fiscal. Una vez confiscados, depositarlos en el Banco de México y crear un fideicomiso para destinarlo, decir algo, a la construcción de escuelas o vivienda popular.
AL “CONGELAR” EL ESTADO los millones de dólares en tanto no acredite el chino su origen legítimo y el pago de los impuestos que pudieren haber causado, en ese mismísimo instante se suspenderían las peticiones, demandas y amenazas del chino y sus abogados, pues los dólares “congelados” quizá por más de seis años, se convertirían en un simple papelito del dinero en custodia por el Gobierno.
PERO POR FAVOR no caigamos nuevamente en la desinformación y los chismes que únicamente distraen la atención e la sociedad de los problemas realmente graves del país y no inventemos otra vez un “Compló”.
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