LA CONFERENCIA que impartió el martes pasado en la capital peronera el señor Al Gore, quien fuera vicepresidente del país más poderoso del mundo y candidato ganador a la Presidencia de la República de los Estados Unidos de Norteamérica, la que por cierto el mañoso de Jorge W. Busch en complicidad con su hermanito el gobernador de Florida, le robaran a la vista de todos, puso de manifiesto los graves problemas que para la humanidad representa el llamado Calentamiento Global.
ANTE ESTE FENÓMENO poco es lo que podemos hacer los simples mortales. El alto consumo de combustibles fósiles, la pésima calidad de las gasolinas y el altísimo gasto de energía eléctrica, han confrontado a la sociedad moderna ante un problema real que podría ser de resultados catastróficos para la humanidad.
LAS GRANDES decisiones en esta materia, dependen de los propios gobiernos, los que deberán sostener una firme voluntad política para lograr reordenar los consumos masivos de energéticos y fomentar de manera real y efectiva el uso de energías alternativas.
PERO QUIZÁ nosotros, simples mortales de cuya existencia ni siquiera saben los que nos gobiernan, sí podemos hacer algo. Por poco que sea, si cada uno de nosotros pone su pequeño grano de arena para la solución de un problema de las dimensiones del que afrontamos, como lo es el Calentamiento Global.
LA FORESTACIÓN podría ser uno de los caminos más indicado. En nuestra Región y en sus ciudades podríamos iniciar una campaña de forestación que ayudara a cambiar, para bien, el clima. Por desgracia Torreón padece una incultura general por lo que respecta a la forestación.
BASTA CON que recorramos algunas avenidas, calles y colonias, algunas hasta residenciales, para constatar que el torreonense padece del síndrome del hacha y el machete en contra de los árboles.
CUALQUIER VECINO por pura y mera ignorancia puede contratar los servicios de esos señores que andan en un carretón arrastrado por famélico jamelgo y ordenarle que arrase con todos los árboles que están en la banqueta frete a su domicilio.
A ESTE RESPECTO tenemos unos ejemplos tan lamentables como la poda, por no decir joda, que sufrieron algunos árboles sobre la avenida Central de la Colonia Torreón Jardín frente a la gran fuente, los que dejó el señor vecino como postes de alumbrado público. Lo mismo en Laguna Sur en donde otro distinguido ciudadano hizo lo mismo, solamente por mencionar algunos muy notorios.
LOS SEÑORES de la Comisión Federal de Electricidad tampoco hacen malos quesos. Con el pretexto de que las ramas de algunos árboles pueden dañar los cableados aéreos, durante más de sesenta años se han venido dedicando a destruir la poca vegetación que ha podido subsistir en el desierto en donde vivimos.
ANTE ESTOS desmanes, que en cualquier otra ciudad medianamente civilizada, serían causa de airadas protestas y la aplicación de enérgicas medidas, nuestra autoridades más atentas a su Controversia Constitucional no hacen nada. La pomposamente llamada “Comisión de Ecología” del municipio, con dificultades sabe distinguir un Nopal de una Jacaranda y lo que es peor, realmente no ha servido para nada, ya que frente a sus narices tolera la deforestación de la ciudad.
EL RESPETO AL ÁRBOL es el respeto a la vida, cuidémoslos.
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