DE LOS ARREPENTIDOS SERÁ el reino de los cielos. Con este pasaje bíblico queremos encuadrar esta colaboración, refiriéndonos de manera muy especial a los señores de la Cámara de Diputados. La historia se remonta a los primeros meses de este año cuando Tiros y troyanos discutieron en los medios y al seno de la Cámara de Diputados la que llamaron una Reforma Fiscal, que no era realmente otra cosa, nada más que una nueva lista de impuestos y de incrementos.
PERO AHORA RESULTA que los diputados sufren un agobiante sentimiento del arrepentimiento, por haber aprobado el llamado “gasolinazo”. Y es que los medios nos informan que varios diputados del PRI, PAN y PRD están buscando con sus colegas la interposición de una Controversia constitucional para dejar sin efecto el aumento de la gasolina.
PARA PODER INTERPONER una Controversia constitucional (de las que los torreonenses ya sabemos algo) son necesarias las firmas de por lo menos una tercera parte de los integrantes de la Cámara de Diputados, esto es, la anuencia de 167 padres conscriptos.
PERO EL CAPÍTULO DEL arrepentimiento es solamente uno de los temas. El otro se refiere a la manera y forma de cómo legisladores y autoridades hacendarias han venido manejando cómo y cuándo publicar en el diario Oficial de la Federación, el impopular Decreto del “gasolinazo” por parte del presidente Calderón.
LAS OPINIONES ESTÁN divididas al respecto. Algunos dicen que entre en vigor en octubre, otros más, que en noviembre y los más avergonzados que de plano el aumento de la gasolina y del diesel no se dé sino hasta enero de 2008.
ESTE TIPO DE IMPUESTOS indexados a la gasolina y al diesel, es de los llamados “impuestos de corralito”, esto es, son impuestos que el recaudador ni siquiera se despeina para cobrarlos. En las mismas bombas expendedoras de las gasolineras, el automovilista paga de manera automática y a fuerza el mentado impuesto, el que es depositado puntualmente en las arcas del Estado.
SERÁ ESTE “GASOLINAZO” el detonador de la espiral inflacionaria que finalmente repercutirá en todos los bienes y servicios que se producen y se prestan en este país. Por lo pronto, el aumento del 2 por ciento a la gasolina y al diesel, incrementará de manera natural y en la misma proporción el costo de la vida y disminuyendo además y de manera automática en dos por ciento el salario de las gentes.
QUIZÁ ESTO EXPLIQUE la vergüenza que ahora corroe el alma de los diputados que aprobaron el aumento y la indecisión que los paraliza para fijar la fecha de la promulgación del decreto por parte del presidente Calderón.
PERO LA DECISIÓN ESTÁ TOMADA y como dijo el Virrey de la Croix: “El pueblo está para callar y obedecer, no para discutir las cosas de Gobierno” y siendo esto así, debemos preparar nuestros bolsillos para cumplir con el mandato de los señores diputados, a los que curiosamente nosotros mismos elegimos (¿¡).
Comentarios: vggavelar@hotmail.co