COMO SIEMPRE los señores diputados vuelven a hacer de las suyas. Con motivo de la presentación en la Cámara de Diputados del señor secretario de Hacienda, Agustín Carstens, para la glosa del primer informe de Gobierno del Presidente Calderón.
CON UNA MUY DESAFORTUNADA frase y muy alusiva a su persona, en el sentido de que: “la inflación no se encuentra desbordada”, (cuando que el señor Carstens sí está pero muy inflado y por lo mismo muy desbordado de las orillas).
CON SU DISCURSO, el secretario de Hacienda quiso explicar y atenuar durante su accidentada comparecencia ante los diputados las políticas económicas del actual Gobierno.
COMO YA ES COSTUMBRE, algunos de los señores legisladores, la mayoría del PRD, volvieron a escenificar su ya triste papelito de subirse a la tribuna para hostigar al funcionario invitado durante su intervención.
EN ESTA OCASIÓN, los legisladores se tiraron a fondo en contra de Carstens poniéndole como telón de fondo una serie de pancartas en donde anunciaban la inminente subida de precios en el frijol, la tortilla, el azúcar etc.
ALGUNOS DE LOS diputados más acelerados intervinieron para decirle a secretario de Hacienda hasta de qué se iba a morir. Todos se rasgaron las vestiduras, engolaron la voz, miraron al cielo y gesticulando como posesos, anunciaron las miles y espantosas calamidades que se ciernen sobre el pueblo de México, con motivo del alza de la gasolina también conocida como “El Gasolinazo”.
TODO ESTO ESTARÍA muy bien, si no se diera la pequeña circunstancia de que fueron precisamente los diputados los que autorizaron el alza en el precio de las gasolinas. Aquellos que se vieron en las fotografías que publicó la prensa portando las apocalípticas pancartas a espaldas de Carstens fueron los mismos que alzaron su dedito para lograr el decreto alcista.
ES POR ELLO que mi colaboración se inicia señalando que los diputados vuelven a hacer de las suyas y que en cumplimiento de la consigna de “tírenle al gordo”, tratan de hacer una cortina de humo para revertir la responsabilidad de una probable espiral inflacionaria sobre alguien que no aprobó dicha alza.
EL GASOLINAZO se cocinó al interior de la Cámara de Diputados previo cabildeo entre todas las fracciones parlamentarias. Ahí se discutió el tema a profundidad y se evaluaron los riesgos económicos, inflacionarios y lo que para los diputados es mucho más importante: su costo político.
CREADA PUES LA PAPA CALIENTE, los legisladores se la tiraron al presidente Calderón quien finalmente no se animó a publicarlo y anunció que sería hasta enero del año 2008 cuando la publicaría.
EL GASOLINAZO FUE tan discutible que los diputados se avergonzaron y lo tratan de ahora de negar y por otra parte el presidente la guardó en su cajón hasta el año que viene.
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