LA UNIVERSIDAD NACIONAL Autónoma de México, cumple otro ciclo más; quizá una de las más importantes y fructíferas etapas de los últimos setenta años. Bajo la égida de un gran universitario como lo es Juan Ramón de la Fuente, nuestra máxima casa de estudios logró superar una de sus peores crisis, cuando un simio de infausta memoria denominado “El Mosh” logró paralizarla por más de once meses.
ANTE LA MIRADA impávida del presidente Ernesto Zedillo nuestra alma mater, el centro de estudios superiores más importante de México y con más de 400 años de existencia, estuvo realmente en peligro de desaparecer.
COMO EN MUY POCAS ocasiones, la UNAM quedó en aquellos tristes días bajo el mando y manejo de una verdadera pandilla de vándalos quienes dieron todas las facilidades a los partidos políticos, grupos de presión, chambistas, descontentos y extorsionadores para que lograran inmiscuirse en un movimiento que se inició como estudiantil y terminó manipulado por chantajistas y anarcolocos.
EL ARRIBO A LA RECOTRÍA del doctor Juan Ramón de la Fuente en circunstancias tan delicadas, demandaba de su parte el uso y aplicación de las medidas más sutiles, delicadas e inteligentes en materia política y de administración; Solamente así podría llegar a revivir a nuestra UNAM del estado de postración en que se encontraba.
PASARON OCHO AÑOS y la Universidad Nacional Autónoma de México que el próximo 20 de noviembre recibirá el doctor José Narro Robles, es otra y muy diferente. Primeramente se superó una serie de movimientos estudiantiles y lo más importante, se resolvieron los asuntos de salarios y prestaciones con el Sindicato de Trabajadores de la UNAM; se logró el más alto presupuesto en la historia de nuestra máxima casa de estudios; se incrementó la investigación en todas y las más diversas ramas de las disciplinas científicas; se elevó significativamente el nivel académico y de cátedra; se hizo una prolífera y constante divulgación cultural muy especialmente a través de la Sinfónica de la UNAM y se logró finalmente ubicarla a nivel mundial, como el primer centro de estudios superiores de América Latina y una de las 70 mejores universidades del mundo.
HA SIDO EL DOCTOR JOSÉ NARRO ROBLES a quien la Junta de Gobierno de la UNAM designó como el nuevo rector para los próximos cuatro años, con derecho a una reelección por igual periodo.
EL NUEVO RECTOR tiene los méritos, calificaciones y diplomas suficientes para haber llegado a la Rectoría de la UNAM, y también, la experiencia y conocimientos necesarios sobre nuestra casa de estudios como para llegar a ser también, un magnífico rector como lo fue Juan Ramón de la Fuente.
ORIGINARIO DE SALTILLO en donde nació en 1948, ha sido director de la Facultad de Medicina de la propia UNAM, dos veces secretario general de la UNAM durante las rectorías de Jorge Carpizo y al inicio de la de José Sarukhán. Narro Robles fue designado por De la Fuente como coordinador de la Reforma Universitaria, luego de la crisis provocada por el paro de 1999 que duró casi un año.
SE TRATA de un personaje de altos méritos académicos, calificada experiencia administrativa y con un profundo espíritu conciliador; esto permitirá garantizar la continuidad de los programas establecidos y de los que su propia rectoría llegue a elaborar en el futuro. Estoy cierto que los egresados de la UNAM nos sentimos satisfechos de que nuestra rectoría sea ocupada por tan distinguido universitario y además, por un orgulloso coahuilense y muy especialmente saltillense.
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