Bajo la vigilancia de agentes de la Policía Federal, inmigrantes centroamericanos se dirigen al autobús para su deportación voluntaria. (El Universal)
El huracán Stan que azotó Chiapas en octubre de 2005 modificó las rutas que utilizan miles de migrantes que huyen del hambre y miseria de sus países para desplazarse a los Estados Unidos.
Antes del fenómeno hidrometeorológico, el mayor número de extranjeros Centro y Sudamericanos que cruzaban al territorio mexicano por la frontera de Tecún Umán, Guatemala y en Ciudad Hidalgo y Tapachula abordaban el tren de carga de la empresa Chiapas-Mayab con destino a la ciudad de Ixtepec, Oaxaca.
Esta ruta conocida como la de la Costa, también era utilizada por los traficantes o “polleros” para transportar a los “sin papeles”, escondidos en el doble fondo de tráileres o camiones cargados de frutas o mercancía proveniente de Centroamérica.
Con el paso del ciclón, que devastó puentes y destruyó la infraestructura ferroviaria, los centroamericanos que en su mayor parte son jóvenes, tienen que caminar más de 300 kilómetros desde Ciudad Hidalgo, punto fronterizo con el vecino país del sur, para llegar a este poblado y subirse al tren de carga, que al suspender operaciones desde hace 20 días la ruta se extendió a 180 kilómetros más, hacia Ixtepec, con la esperanza de treparse al “lomo de la bestia”, como le llaman al ferrocarril Transístmico, que ocasionalmente cubre la ruta Medias Aguas (Veracruz) a Salina Cruz (Oaxaca), por donde Pemex trasporta sus derivados.
RUTA DEL PETÉN
Otra fuerte cantidad de indocumentados optó por ingresar a territorio mexicano por la región del Petén, en Guatemala, con fuerte presencia de narcotraficantes y traficantes de armas.
Ahí, los migrantes parten desde el punto fronterizo denominado El Naranjo, del lado guatemalteco.
Ingresan al territorio nacional de manera ilegal por peligrosos caminos selváticos y pantanosos por la frontera de El Ceibo, ubicado en el estado de Tabasco. En este punto, los “sin papeles” tienen que caminar por zonas pantanosas alrededor de 28 kilómetros para llegar al municipio de Tenosique, con el objetivo de abordar el tren de carga que -antes de suspender también el servicio- partía desde la ciudad de Mérida, Yucatán, que los trasladará al poblado de Medias Aguas, municipio de Sayula, Veracruz, donde los extranjeros toman diferentes caminos para desplazarse a los diversos puntos fronterizos con los Estados Unidos.
POR LA SIERRA O POR MAR
Otra de las rutas preferidas por los “coyotes” es la del paso fronterizo La Mesilla, del lado guatemalteco, ingresando a nuestro país por Ciudad Cuauhtémoc, en el estado de Chiapas.
Desde allí, los inmigrantes son trasladados vía terrestre a través de las poblaciones de la Trinitaria, Comitán, San Cristóbal de las Casas y Tuxtla Gutiérrez.
La menos utilizada en la época de lluvias es la marítima, por el océano Pacífico, donde sin las mínimas medidas de seguridad los indocumentados son transportados en lanchas rápidas conocidas como W25 O “Tiburoneras” con motores de 75 caballos de fuerza.
Por este medio, los “sin papeles” son embarcados en Puerto de Ocós, Guatemala, con destino a Salina Cruz, Oaxaca.
Sin embargo, durante el trayecto los “polleros” hacen escalas para abastecerse de combustible y alimento en algunas comunidades pesqueras del estado de Chiapas como Barraz Zacapulco, en el municipio de Acapetahua y Paredón, en Tonalá, antes de arribar a Salina Cruz.
LA RUTA DEL TREN
Las dos rutas del ferrocarril: Tenosique, Tabasco e Ixtepec, Oaxaca, convergen en la localidad de Medías Aguas, en Veracruz y de ahí los migrantes utilizan las rutas que los lleva al Distrito Federal y desde ahí hacia el norte o bien la que parte para Matamoros, Tamaulipas, a lo largo del golfo de México.
La ruta de los “polleros” Por su parte, los “polleros” utilizan preferentemente el sistema carretero para trasladar a los migrantes, utilizando desde autobuses de pasajeros hasta tráileres o camiones de carga, a un costo que oscila de 3 mil a 6 mil dólares cada persona y el pago se hace en dos partes: el primero antes de iniciar el viaje y el segundo al llegar a Estados Unidos.
Cabe hacer notar que los traficantes ofrecen tres oportunidades para llegar y si no logran el objetivo el anticipo se pierde.
Detienen a agentes migratorios por presunto tráfico de indocumentados
La Procuraduría General de la República (PGR) detuvo a dos agentes del Instituto Nacional de Migración, quienes presuntamente aprovecharon sus cargos para participar en una red de tráfico de indocumentados.
Óscar Manuel Navarrete Orozco y María América Maldonado Alfaro, agentes de migración adscritos a la delegación local en León, Guanajuato, enfrentan ahora cargos por delincuencia organizada, tráfico de indocumentados y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Los servidores públicos fueron detenidos el lunes pasado, luego de una denuncia que presentaron las autoridades del Instituto Nacional de Migración el 4 de junio de este año, ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), ante la sospecha de los nexos de sus empleados con redes de “polleros”.
A partir de la averiguación previa número PGR/SIEDO/UEITMIO/017/07, policías federales realizaron cateos en cinco domicilios que se acreditó que era propiedad de los detenidos, donde se encontraron evidencias de que los servidores públicos adquirieron bienes que no corresponden a su salario de siete mil pesos mensuales.
En un comunicado, la PGR detalló que los cinco inmuebles que son propiedad de Navarrete Orozco y Maldonado Alfaro, tienen un valor superior a los nueve millones y medio de pesos; en sus viviendas se encontraron además lotes de joyas y cinco vehículos de lujo, con valor estimado de dos millones de pesos.
También la policía federal encontró en los inmuebles de los agentes migratorios siete armas de fuego, de las cuales cuatro son de uso exclusivo del Ejército.
Además de estas presuntas evidencias de operaciones con recursos de procedencia ilícita, la PGR detalló que en los cateos también encontró documentación migratoria, visas norteamericanas y pasaportes, que al parecer eran vendidos a redes de traficantes, para el ingreso de indocumentados a los Estados Unidos.