La industria panificadora será una de las apoyadas con las modificaciones arancelarias.
Buscan dar mayor certidumbre jurídica a las empresas usuarias de los programas sectoriales.
Ayer jueves entraron en vigor modificaciones a diversos aranceles para fortalecer la competitividad de las industrias: panificadora, de la madera contrachapada, juguetera, alimentaria y las empresas usuarias de los Programas de Promoción Sectorial.
Conforme al decreto publicado ayer en el Diario Oficial de la Federación, se reducen los aranceles de la Tarifa de la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación, publicada el 18 de junio de 2007, a las importaciones de trigo, pasta de soya, madera contrachapada de bambú y coníferas.
Asimismo, el decreto emitido por el Ejecutivo establece que se reducen los aranceles a las importaciones de insumos para la fabricación de juguetes, papeles para fotografía y videoproyectores.
También, en apoyo al sector de la madera contrachapada y de la confección se fijan aranceles-cupo para diversificar la oferta de productos contrachapados de bambú y de maderas tropicales, además de bienes de la confección, como mallas, a precios competitivos, y que son demandados por la industria nacional o el consumidor final.
El decreto publicado a través de la Secretaría de Economía (SE) incluye modificaciones a la lista de fracciones arancelarias de los Programas de Promoción Sectorial, con la finalidad de proporcionar a las empresas usuarias de este esquema certidumbre jurídica respecto de los productos que pueden importar.
Para la modernización y competitividad de la industria azucarera, el decreto crea un apartado específico dentro del Programa de Promoción Sectorial para atender las necesidades específicas de la industria alimentaria con mejores condiciones arancelarias para la importación de insumos, maquinaria y equipo.
Asimismo, la medida estimula la rama de lácteos, cárnicos, pesca, oleaginosas, floricultura, frutas y vegetales, cereales y bebidas, dentro del sector alimentario.
Piden mayor apoyo
El empresariado del país requiere el apoyo del Gobierno Federal para hacer más competitivo el mercado nacional y eficientar los procesos que están fuera del control de los negocios, consideró el analista económico, Fernando del Olmo.
El académico de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) señaló que desde el punto de vista de la competitividad del país, “la pieza central está en los factores que las empresas y los sectores no pueden promover”.
Del Olmo manifestó que para algunos empresarios el Gobierno debe ser más eficiente y no frenar la evolución del mercado mexicano. Al contrario, señaló, debe intervenir para desarrollar proyectos que favorezcan el nivel de las empresas, no para provocar distorsiones.
El analista destacó que en México opera el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el cual monitorea el comportamiento del empresariado nacional en comparación con otros países.
El Imco, detalló, puede definir las acciones comerciales, educativas, fiscales, o aspectos regulatorios o legales que pueden poner en práctica las compañías mexicanas para ser más competitivas a nivel mundial.
Mencionó que la competitividad empresarial permitirá generar empleos mejor remunerados y estables, así como elevar los niveles de vida de la sociedad y contribuir a las transformaciones productivas y socioeconómicas, por lo que el Gobierno Federal debe alentarla.