El Siglo de Durango
Una fractura de cráneo además de golpes severos fueron las causas de la muerte de un menor de nueve años tras caerse de un caballo y ser arrastrado por un semoviente. Los hechos sucedieron en el ejido Las Flores, en el municipio de Tepehuanes.
El infante Israel Návar Cervantes trató de domar a una yegua y para ello, en su intento, en primer término buscó “maniatarla’’, sólo que antes de lanzarle la cuerda a sus patas delanteras él se ató a sí mismo, quizás con la idea de detener al animal como lo hacen los expertos.
Sin embargo, accidentalmente la misma cuerda se enredó en su humanidad por capricho del destino, de ahí que la yegua en su carrera arrastró al menor por casi cien metros de agreste terreno y con los múltiples golpes sufrió las lesiones que le cortaron la vida.
Los hechos ocurrieron este jueves por la tarde en el lugar antes mencionado; sin embargo, fue hasta el viernes que los dieron a conocer las autoridades de Tepehuanes; posteriormente fue trasladado el cuerpo al Servicio Médico Forense para practicarle la necropsia de ley.
Los pormenores del hecho los proporcionó a la autoridad el padre del menor que perdió la vida, Hilario Návar Carrera.
