El anciano intentó apagar una chimenea con un bote lleno de gasolina
TORREÓN, COAH.- Quemaduras de primero, segundo y tercer grado en todo el cuerpo, fueron las lesiones que no soportó más un adulto de 60 años que la mañana del viernes intentó apagar una chimenea vertiendo por error una cubeta con gasolina.
La muerte de Cresencio Hernández González, de 60 años, fue reportada a la agencia del Ministerio Público de delitos contra la Vida y la Salud de las Personas en los primeros minutos del sábado 23 de junio del presente año.
El finado tenía su domicilio en el ejido Santa Elena, municipio de San Pedro, Coahuila, lugar donde ocurrió el lamentable accidente.
Como se dio a conocer en su momento, a las 06:55 horas, en la Cruz Roja fueron enterados de la tragedia por habitantes del ejido Santa Elena.
Los socorristas acudieron al lugar y lo trasladaron al Hospital General de San Pedro pero por la gravedad de sus lesiones los médicos recomendaron que lo trasladaran al Hospital Universitario de Torreón.
El agente del Ministerio Público acudió a ese ejido para dar fe de los hechos y en el Hospital todavía alcanzó a dialogar con el lesionado, quien le manifestó que antes de las siete de la mañana se levantó y cuando trató de apagar la chimenea se confundió y tomó un bote que contenía gasolina y se lo arrojó a las brazas pensando que era agua.
Las llamas alcanzaron la ropa del sexagenario y éste de inmediato solicitó auxilio a sus familiares y vecinos para que apagaran el fuego que lo quemaba.
Los socorristas señalaron que los vecinos cometieron el error de tratar de quitarle la ropa al lesionado y esto le provocó heridas más graves, porque las prendas se le habían pegado a su cuerpo y en lugar de ayudarlo le causaron más daño que fue irreversible.