Seis soldados españoles murieron y otros dos se encuentran heridos tras explotar un artefacto cuando viajaban en dos vehículos militares. Los soldados formaban parte del destacamento español de la Fuerza Interina de la Organización de las Naciones Unidas en el Líbano. (EFE)
Señalan que tres de los fallecidos eran de origen colombiano.
Seis “cascos azules” españoles, tres de ellos de origen colombiano, murieron ayer y otros dos resultaron heridos al explotar un coche bomba al paso de una patrulla de la FINUL cerca de la ciudad de Jiam, en el sur del Líbano, informaron fuentes policiales.
Según fuentes militares y policiales libanesas consultadas, el atentado fue cometido mediante una bomba oculta en un coche “Renault Rapid” de color blanco, con matrícula falsa, que fue accionada por control remoto.
El ministro español de Defensa, José Antonio Alonso, confirmó en Madrid, España, la muerte de los soldados y señaló que se trató de un “ataque premeditado” de carácter terrorista contra las Fuerzas de la ONU.
El atentado, según el ministro, fue perpetrado con un artefacto activado a distancia, probablemente un coche-bomba, que alcanzó de lleno al blindado BMR de los “cascos azules”.
Dos horas después de la comparecencia de Alonso en rueda de prensa, en la que confirmó la muerte de cinco militares, fuentes del Ministerio de Defensa anunciaron el fallecimiento de uno de los tres soldados que habían resultado heridos.
Los fallecidos son Jonathan Galea García, natural de Madrid y de 18 años de edad; Juan Vidoria Díaz, de 20 años y nacido en Ávila; Manuel David Portas Ruiz, de 19 años y natural de Sevilla, y los colombianos Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jackson Castaño Abadía, de 20 años; y Juan Erickson Posada, de 20 años.
Resultaron heridos Enrique Vázquez Matei, de 21 años y nacido en Madrid y Juan Paz Soler, de 19 años y natural de Mallorca.
El atentado, según Alonso, ocurrió cuando los “cascos azules” realizaban una misión rutinaria en la aldea de Sahel al Derdara, en las cercanías de Jiam.
Las fuentes libanesas precisaron que se encontraron trozos del vehículo bomba entre los cadáveres y los heridos afectados por la explosión.
La Agencia Nacional de Noticias del Líbano (ANN) aseguró que la carga explosiva era de gran tamaño y que fue accionada por control remoto.
La explosión fue muy potente y pudo ser oída desde varios kilómetros a la redonda desde el lugar donde se produjo, junto a la ciudad de Jiam, la mayor de las que caen bajo control español en el sur del Líbano.
Según la ANN, la fuerza del estallido expulsó dos de los cuerpos por las ventanillas del vehículo.
Inmediatamente miembros españoles de la FINUL, ayudados por militares libaneses, acordonaron el lugar y no permitieron el acceso de periodistas ni fotógrafos.
Uno de los muertos y dos de los heridos fueron trasladados al hospital de la localidad cercana de Marjayún, mientras que el resto se encuentra en el cuartel de la brigada española, en la misma zona.
El director general de la Policía y la Guardia Civil española, Joan Mesquida, llegó hoy a Beirut poco después del atentado y mañana se dirigirá al sur del país para visitar a las tropas españolas.
Por su parte, el primer ministro libanés, Fuad Siniora, llamó por teléfono al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para trasladarle su pésame y ambos analizaron la situación que vive en estos momentos el Líbano, según fuentes oficiales.
Las fuerzas de la ONU en el Líbano han recibido amenazas genéricas en algunas grabaciones atribuidas a Al Qaeda, pero desde su despliegue el pasado septiembre no habían sido todavía objeto de atentados directos.
España mantiene en el Líbano a unos mil 100 soldados, en su mayoría de la Brigada Paracaidista, encuadrados en la Fuerza Interina de las Naciones Unidas (FINUL) que asegura la paz en el país tras la guerra declarada por Israel contra la guerrilla shii Jezbolá en julio y agosto de 2006.
Con estas víctimas, las Fuerzas Armadas españolas han sufrido 135 bajas desde que comenzaron a participar en misiones internacionales en 1989.
CONDENA JEZBOLÁ ACCIÓN
El grupo shii Jezbolá ha condenado la acción contra las tropas españolas de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para el sur del Líbano (FINUL) y la calificó de “una acción sospechosa, que perjudica a los habitantes del sur del Líbano y aumenta la inseguridad”.
Jezbolá condenó el atentado al poco de ser cometido y dejó claro que no tiene ninguna responsabilidad en el ataque.
El movimiento shii Jezbolá es el grupo más popular e implantado de toda la región donde se produjo la explosión que hoy mató a cinco soldados españoles en el sur del Líbano, según fuentes policiales libanesas.
Dejan diez muertos choques entre Ejército e islamistas
Al menos diez personas resultaron muertas en los enfrentamientos de ayer entre el Ejército y extremistas suníes en un barrio de Trípoli (norte del país).
Según dijeron fuentes militares libanesas, las víctimas mortales son un soldado, un sargento de la Policía, dos civiles y seis islamistas y a ellas hay que añadir diez soldados más heridos.
Finalmente, los militares libaneses se hicieron con el control del barrio Abu Samra de Trípoli, donde tuvieron lugar los enfrentamientos.
“La tropa sigue alerta y continúa buscando trampas y otros explosivos que pueden haber dejado los terroristas en el lugar”, agregaron las fuentes.
También afirmaron que los cadáveres de los islamistas fueron encontrados en el interior del edificio donde estaban atrincherados y desde el que atacaban al Ejército libanés.
Los enfrentamientos comenzaron hacia la medianoche del sábado, cuando el Ejército supo, gracias a las confesiones de un detenido de la organización extremista suní Fatah al Islam, que una célula de ese grupo estaba escondida en un apartamento el barrio de Abu Samra.
Entonces los militares cercaron el lugar y comenzaron a disparar hacia los atrincherados con armas ligeras, a lo que respondieron desde el interior.
El tiroteo duró, de forma intermitente, hasta bien entrada la mañana de ayer.
Este enfrentamiento se produce cuando el Ejército ha dado por terminadas las operaciones militares en el campamento de refugiados palestinos de Nahar al Bared, donde un grupo de militantes de Fatah al Islam resistió el asedio del Ejército durante más de un mes.
El asedio de Nahar al Bared acabó con la vida de 79 militares y un número indeterminado de extremistas suníes y de civiles palestinos dentro del campamento.
