Las pequeñas murieron tras ser separadas; una sufrió edema pulmonar agudo y la otra presentó fallo generalizado de órganos .
EFE
Bogotá.- Las dos siamesas colombianas unidas por el cráneo fallecieron en una clínica privada de Bogotá, una por un edema pulmonar agudo y la otra por un fallo generalizado de órganos, tras ser separadas en una operación en la que participaron más de sesenta especialistas.
Las niñas, de cuatro meses, murieron en un periodo de diez horas, la mitad del tiempo que invirtió en la cirugía el equipo científico responsable, formado con casi sesenta expertos colombianos y tres extranjeros.
"Si no estuviera tan triste, les diría que esto fue un éxito, porque las logramos separar", dijo en una conferencia con la prensa el portavoz del grupo, el cirujano Oscar Ovalle.
El especialista defendió que el grupo encargado de esta intervención hizo todo lo que pudo.
La cirugía fue planificada durante cuatro meses por expertos de la Clínica "Jorge Piñeros Corpas", de una entidad cooperativa que presta servicios obligatorios de salud, e implicó la importación de algunos equipos que pudieran ser necesarios para la etapa postoperatoria.
El centro médico reunió asimismo a destacados especialistas de Colombia y también de otros países (como España, México y Estados Unidos) para esta experiencia, de la que en el mundo hay 39 casos documentados.
"El esfuerzo que se hizo fue el que se hubiera podido hacer en cualquier parte del mundo", sostuvo el portavoz Ovalle, quien se lamentó de que el grupo no lograra su objetivo, que era el de hacer posible que Mariana y Sofía fueran devueltas separadas a sus padres, Deyssi Ocampo y Julián Rodríguez.
Las bebés habían nacido el pasado 19 septiembre en Medellín, ciudad del noroeste de Colombia, y pocas semanas después fueron trasladadas a la capital colombiana, donde se pronosticó la cirugía de separación.
Ovalle explicó que el procedimiento tuvo el paso previo, el 15 de enero, de colocación de catéteres en el cerebro de una y otra bebé.
Al día siguiente fueron ingresadas en la sala de cirugía, para un procedimiento que fue interrumpido para estabilizar a las niñas, que presentaron problemas en los órganos vitales por efecto de la prolongada intervención y algunas hemorragias.
Pero Sofía sufrió un "edema pulmonar agudo" que obligó al equipo científico a retomar la cirugía.
"La reanimamos, pero no salió adelante, por lo que, con una niña perdida, teníamos que tratar de rescatar a la otra", agregó el portavoz del equipo científico, quien indicó que, en una operación de emergencia que terminó seis horas después, los cirujanos lograron separar a las siamesas.
Sin embargo, Mariana presentó un "fallo multisistémico", es decir de afecciones en órganos vitales, que ocasionaron su deceso.
Los médicos del grupo están "muy tristes, pero también totalmente tranquilos, porque hicimos bien las cosas", afirmó Ovalle, para quien él y sus compañeros no pueden ser "omnipotentes" porque saben que "sólo podemos hacer hasta cierta parte".
"El resto es Dios quien lo decide", apuntó el portavoz, tras recordar que en los 39 casos mundiales de separación de siameses sólo en uno de ellos han sobrevivido ambos bebés y, en la mitad de los casos, uno de ellos.
Entre los que han sobrevivido, el 75 por ciento de los niños quedaron con problemas neurológicos graves (no pueden caminar o no hablan bien, por ejemplo), subrayó Ovalle.
A pesar del desenlace, el portavoz científico resaltó que esta intervención ha sido un paso importante que les deja en condiciones de realizar "casi cualquier cirugía que se pueda hacer en el mundo".
Hace dos años, un equipo de la misma institución realizó con éxito una separación de bebés unidos por el abdomen.
