La muerte de un taxista de nacionalidad argentina anoche en Madrid provocó hoy un paro espontáneo de sus compañeros, que quisieron solidarizarse con su familia y protestar por la falta de seguridad a la que tiene que enfrentarse el gremio.
David Aníbal A.G., de 45 años y nacionalidad argentina, murió la pasada noche sobre las 23:15 horas (21.15 GMT) tras ser apuñalado en su propio vehículo en el distrito madrileño de Hortaleza.
La víctima fue divisada por los facultativos de una ambulancia de emergencias que se dirigían a prestar un servicio en la zona donde fue apuñalado y cuando llegaron al lugar comprobaron cómo se desplazaba hasta ellos un taxi a bastante velocidad desde el que descendió el conductor pidiendo auxilio.
El taxista, que tenía dos heridas por arma blanca en el cuello y en la cara, sufrió un desvanecimiento del que no se recuperó y, según fuentes policiales, antes de fallecer se le oyó la expresión "el puto negro".
La Policía investiga si el homicida es un hombre negro que pudo subirse al Metro en la estación de Esperanza, cercana al lugar de los hechos, ya que algunos testigos han asegurado que vieron cómo un hombre de raza negra con la ropa manchada de sangre entraba en esta estación.
Nada más conocerse la muerte del taxista, numerosos compañeros se empezaron a concentrar con sus vehículos de forma espontánea en las zonas más céntricas de Madrid en señal de protesta y solidaridad, especialmente en alrededor de la popular plaza de Cibeles.
Poco después, las entidades y sindicatos del taxi de Madrid convocaron un paro hasta el mediodía de hoy, que fue masivamente seguido, al tiempo que solicitaron una reunión con las autoridades para pedir un incremento de las medidas de seguridad.
A primera horas de la mañana, las calles de la capital continuaban prácticamente vacías de taxis pese a ser el medio de transporte que más se utiliza el fin de semana para la gente que sale hasta la madrugada.
Sobre las 05.00 horas (03.00 GMT) una numerosa comitiva de estos vehículos circuló, a paso lento, por las céntricas calles de Gran Vía y Princesa, para llegar al Instituto Anatómico Forense, donde fue llevado el cadáver de David Aníbal.
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, se acercó al Anatómico Forense para dar el pésame a la familia del taxista, que llevaba cinco años en España y tenía dos hijas y, posteriormente, se trasladó al domicilio familiar, en el distrito de Hortaleza.
Ruiz-Gallardón transmitió a la viuda y a sus dos hijas la solidaridad de los madrileños por esta muerte "tan injusta como inútil" y se solidarizó con el colectivo del taxi.
Mientras, decenas de taxis permanecían concentrados en la inmediaciones de Cibeles en demanda de más seguridad y a la espera de conocer los resultados de una reunión de las autoridades, que concluyó con el compromiso de que una comisión estudie los problemas de seguridad del sector que se reunirá la próxima semana.
