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Muralismo, tesoro fílmico mexicano

MODELO | SU TALENTO Y TRÁGICA HISTORIA SON LLEVADOS A LA PANTALLA GRANDE

Muralismo, tesoro fílmico mexicano

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El Universal

La vida y obras de Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco han sido inspiración para cineastas

MÉXICO, DF.- Tres artistas emblemáticos de la corriente pictórica Muralismo Mexicano: Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco han estado en estrecha relación con el cine.

El trío aparece en los créditos de la película del cineasta ruso Sergei M. Eisenstein, ¡Qué Viva México! (1932) como asesores técnicos de locación, aun cuando su contribución fue más allá: su perspectiva para la construcción de un discurso de imágenes en celuloide sobre la mexicanidad.

Eisenstein se inspiró en los frescos de Rivera para el episodio de esa película titulado Maguey. Para el de La Soldadera -que quedó inconcluso- se basó en la obra de Orozco que representaba escenas de la Revolución Mexicana. La fotografía estuvo cargo de Gabriel Figueroa quien, más tarde retomaría una acuarela de Orozco para su labor en la película Flor Silvestre (1943). A lo anterior se agregan los documentales y las biografías que nos revelan rasgos desconocidos de su personalidad, vida y obra de estos tres exponentes del muralismo, considerado el fenómeno artístico de mayor importancia en el arte mexicano del Siglo XX.

JOSÉ CLEMENTE OROZCO

En Busca de un Muro (Julio Bracho, 1973)

Ignacio López Tarso bajo la piel de Orozco. El documental es un retrato apasionado sobre la obra del pintor que retrataba con maestría el dolor y la agonía. A través de la voz de Sergio Bustamante exploramos los bocetos que nos dibujan a Orozco: su infancia marcada por años de vida en el campo cuando sus padres deseaban que se convirtiera en ingeniero agrícola y la enfermedad reumática que dañó de manera permanente su salud. Lo seguimos durante sus estudios en la Academia de San Carlos. Pasajes al pasado para reconstruir la tragedia en donde perdió la mano y se lesionó un ojo tras la explosión de fuegos artificales durante una celebración de Independencia.

Su estancia en Nueva York, esa angustiosa búsqueda de reconocimiento y de un muro para pintar; su trabajo como dibujante en varios periódicos, como cartelista de cine; su admiración por José Guadalupe Posada e incluso las críticas y honores a su obra. Su matrimonio y su amor por la bailarina Gloria Campobello. Incluye esa curiosa anécdota en la aduana donde sus pinturas fueron calificadas como pornografía.

Walls of Fire (Herbert Kline, Edmund Penney, 1971)

Los documentalistas estadounidenses se dieron a la tarea de rescatar las mejores imágenes y testimonios de los tres muralistas. La realización obtuvo una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Documental. Narrada por Ricardo Montalbán, la película cuenta la historia de los tres grandes del arte mexicano, la construcción de sus murales y el poderoso mensaje de su obra. La cámara recoge el legado de Orozco: los murales en la Escuela Preparatoria, frescos en el Templo de Jesús Nazareno, en el Palacio de Bellas Artes y en la Suprema Corte de México. El tesoro plasmado en el Hospicio Cabañas en Guadalajara. El artista y su técnica retomada de los pintores medievales. Dibujos, bocetos, retratos y todos los medios con los cuales Orozco sustraía el mundo exterior para interpretarlo en su interior y ofrecerlo a nuestros ojos.

DAVID ALFARO SIQUEIROS

Frida (Julie Taymor, 2002)

Antonio Banderas es quien da rostro al intenso artista sin conseguir captar su personalidad indómita. Aquí no se percibe su carácter arrebatado, la rebeldía y los ideales que lo condujeron a pasar varios años en la cárcel. Fue acusado de organizar un atentado contra León Trotsky, voluntario en la Guerra Civil Española y Militante del Partido Socialista Mexicano. Es apenas un esbozo para quien merece el trazo completo.

Siqueiros (Manuel González Casanova, 1969)

Su vida desde la perspectiva de su hija Adriana Alfaro, personajes y amigos cercanos. Al recorrido testimonial sobre su vida se agrega el viaje visual a través de su obra. Del Siqueiros hombre y artista al Siqueiros militante: su participación en las revoluciones mexicana y española, exilios, encarcelamientos y ese torbellino que caracterizó su existencia.

Modelo Siqueiros (Ariana Rodríguez, 2006)

Antes de pintar, Siqueiros utilizaba fotografías para explorar formas de expresión. Este cortometraje de 10 minutos de duración conjunta ese material en una animación que permite visualizar el proceso de construcción artística del muralista.

DIEGO RIVERA

Un Retrato de Diego: la Revolución de la Mirada (Gabriel Figueroa Flores, Diego López, 2000)

Imaginen a tres maestros del arte reunidos en un sólo trabajo creativo: el muralista Diego Rivera, el fotógrafo de cine Gabriel Figueroa y el aclamado fotógrafo Manuel Álvarez Bravo. Hace cinco décadas, Rivera cumpliría 50 años de labor artística y para celebrar el acontecimiento, Figueroa ideó realizar un cortometraje. Álvarez Bravo fue invitado como camarógrafo pero el proyecto quedó inconcluso. El hallazgo fortuito de varios rollos de películas es la base de este documental producido por Gabriel Figueroa Flores y Diego López. Las imágenes muestran a Rivera el artista, a Rivera el observador abstraído en los bocetos de lo que serían sus pinturas: Xochimilco, mercados, alcatraces, rostros indígenas, mujeres tomando un baño en el río. El artista captado en el justo instante de inspiración, en inefables momentos creativos, en el registro de su particular visión del entorno que interpretaría después con pinceles sobre lienzos.

Diego María Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez, con sus 1.85 metros de estatura ofrece un aspecto de indefensión, similar al del niño maravillado, abstraído en el delirio del mejor de los ensueños. De sombrero y gafas, con lápiz y papel; bajo la sombra de un árbol, a la orilla del río, sentado en un automóvil. Genio ilustrado a 24 imágenes por segundo.

Frida, Naturaleza Viva (Paul Leduc, 1974)

Diego cobra vida en el actor Juan José Gurrola en este ejercicio intimista sobre Frida, que hubiera quedado incompleto sin la presencia de Rivera. Los silencios de la imagen de Leduc captan la estrecha relación de la pareja, sus encuentros y desencuentros, su amistad con Trotsky y la fiebre creativa de estos dos monstruos del arte.

Frida (Julie Taymor, 2002)

Alfred Molina en los zapatos del muralista y el binomio indisoluble con quien fue su esposa, amiga y amante. Desde su encuentro inicial hasta su tormentosa relación marcada por los altibajos y los amoríos de Rivera, de quien queda plasmada su dedicación y mensaje político de su obra.

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