Internacional Jeffrey Epstein Chile Israel-Palestina Donald Trump Narcotráfico

Necesario, aprender alemán para integrarse

EL PAÍS

Berlín endureció desde 2005 las condiciones para los inmigrantes.

Los diversos gobiernos alemanes hicieron muy poco durante años por favorecer la integración. Incluso en 1973 aplicaron un cierre a la contratación de nuevos inmigrantes. Después vino la necesidad de mano de obra especializada que se expresaba de forma palpable en los expertos en informática de India. Los políticos advirtieron que Alemania los necesitaba para mantener la competitividad en tecnología. El terrorismo islamista en Washington, Nueva York, Madrid y Londres hizo reflexionar a los políticos sobre la necesidad de integrar a los inmigrantes y evitar la formación de sociedades paralelas donde rigen las pautas culturales de los países de origen, con el riesgo de convertirse en terreno abonado de futuros terroristas.

Los inmigrantes representan hoy casi el diez por ciento de la población, con una gran mayoría de turcos. La aprobación de la nueva Ley de inmigración fue uno de los partos legislativos más largos en Alemania. Duró cinco años. Entró en vigor el primero de enero de 2005 y aun sufrió modificaciones. La Ley fija un marco, pero su aplicación queda en manos de los Estados federados, que en algún caso delega en los ayuntamientos.

Los permisos de residencia son ahora de dos tipos: uno exige una renovación y otro permite quedarse con carácter indefinido. Trabajadores con alta calificación que inviertan un millón de euros o creen 10 puestos de trabajo recibirán un permiso de residencia indefinido. Se mantiene el derecho al asilo político que establece la Constitución, pero con más restricciones. Los hijos de los inmigrantes residentes en Alemania podrán reunirse con sus padres hasta los 18 años, pero tendrán que aprender alemán.

Un examen de inglés para ser británico

La llegada de Gordon Brown al poder va a significar un reforzamiento del giro que el Reino Unido está dando desde hace ya unos años a la política de inmigración: el tradicional modelo multicultural se está desviando cada vez más hacia un modelo de integración en el que lo británico se superpone a las culturas y tradiciones de los países de origen de los inmigrantes.

Brown ha lanzado en varias ocasiones sus ideas sobre la ciudadanía británica y la importancia de que quienes se asientan en este país se sientan británicos. Con ello no ha hecho más que hacer suyo un cambio de actitud que empezó con los disturbios raciales de Bradford en el verano de 2001, que pusieron en evidencia la existencia de auténticos guetos nacionales.

El debate fue tomando más cuerpo desde los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EU, que fomentaron la mutua desconfianza entre la minoría musulmana y el resto del país. El entonces ministro del Interior, David Blunkett, lanzó en febrero de 2002 una primera propuesta para que los extranjeros que querían optar a la nacionalidad británica o a la residencia permanente tenían que someterse a un examen de ciudadanía y demostrar que eran capaces de manejarse en inglés.

Ese control entró en vigor en noviembre de 2005 -aún vivo el recuerdo de los atentados del 7 de julio de ese año en Londres- para la obtención de la nacionalidad británica. Se trata de un listado de preguntas que oscilan desde nombrar los teléfonos de emergencia a conocer las fechas de los santos más populares o determinadas características del sistema judicial y constitucional. El examen se puede repetir tantas veces como sea necesario y quienes lo suspenden pueden acceder a clases de inglés y de cultura general.

Desde el pasado 2 de abril, el examen de lengua y de ciudadanía se ha extendido a quienes solicitan un permiso de residencia permanente. Pero han empezado a sonar voces para extender esa exigencia a cualquier extranjero de fuera de la UE que quiera instalarse más de seis meses en el Reino Unido. La idea se complementa con la propuesta de instaurar un día de fiesta nacional y exaltación de los valores comunes de los británicos.

rarse en la sociedad alemana.

La integración pasa a convertirse en una pieza esencial: los extranjeros residentes en Alemania y los que lleguen tendrán que aprender el idioma y asistir a cursos de alemán y de cultura política. Si no lo hacen, pueden perder el permiso de residencia o ver reducidas las prestaciones sociales.

El temor al terrorismo hace que se tomen medidas preventivas como facilitar los procedimientos de expulsión de los sospechosos. Se podrá expulsar a los que pertenezcan a una asociación que apoya al terrorismo y a los imanes que prediquen el odio.

Las normas para la obtención de la nacionalidad alemana varían de un Estado a otro, pero se pueden resumir en la exigencia de un conocimiento de la lengua y la cultura alemanas.

Para probar estos conocimientos se dieron algunos casos bastante peregrinos. En el Estado de Hesse se fabricó un examen de 100 preguntas a las que muchos alemanes, políticos incluidos, no sabían responder.

Leer más de Internacional

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Internacional

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 281525

elsiglo.mx