El 10 de septiembre pasado el EPR se adjudicó las explosiones ocurridas en cuatro ductos de Pemex en Veracruz. (Archivo)
Dice el grupo armado que sus acciones violentas son de ‘autodefensa’.
El grupo armado Ejército Popular Revolucionario (EPR), que se adjudica los atentados contra instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), negó ayer que reciba financiación internacional y dijo representar al “pueblo organizado”.
El lunes el procurador general de la República, Eduardo Medina-Mora, dijo que el EPR es un grupo integrado por “decenas o algunos cientos de personas”; es una guerrilla que, con acciones terroristas, busca propiciar las condiciones para tomar el poder.
El funcionario federal señaló que aunque ahora no hay datos precisos sobre cómo se financia el EPR, “históricamente” el grupo armado lo hacía con secuestros, al tiempo que descartó “una vinculación orgánica” con el narcotráfico o con cualquier partido político.
Destacó, sin embargo, que los cárteles de la droga son los principales beneficiados de los actos del grupo armado porque desvían la atención de las Fuerzas de Seguridad en el combate a traficantes de estupefacientes.
En su comunicado de ayer el EPR señala que sus acciones violentas son de “autodefensa” y que “han sido realizadas desde y por el pueblo organizado” y con sus propios medios.
“Jamás hemos recibido asesoría ni financiamiento del extranjero”, afirma la organización, al criticar a “los hombres del Gobierno y alguno que otro analista que tiene como fuente los aparatos de Inteligencia” por hacer creer lo contrario, apunta en un comunicado.
“Somos una expresión de la lucha de clases que se desarrolla en el país, en la que participan diferentes sectores de nuestro pueblo”, en especial la población pobre, que ellos sitúan en 78 millones, cuando las estadísticas oficiales señalan que la pobreza alcanza al 42.6% de los 103 millones de mexicanos.
Reitera que existe un registro que corrobora su versión de que dos de sus compañeros fueron “desaparecidos” por Fuerzas de Seguridad del estado, el pretexto con el que justifican sus actos de sabotaje contra Pemex.
“Al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz, corresponde decir a quiénes y en qué condiciones entregaron a nuestros compañeros, porque ahora sabemos que existe una grabación que corrobora su detención y entrega a las Fuerzas federales”.
Durante la segunda mitad de 2006 Ruiz fue el blanco de una ola de manifestaciones en la capital oaxaqueña, en el sur del país, que dejó una veintena de muertos en enfrentamientos callejeros entre los sectores alzados, policías antidisturbios y seguidores del gobernador.
El Gobierno de México sostiene que aunque no existe vinculación orgánica entre el EPR y la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO), que lideró las protestas, sí hay “paralelismos” en su ideología y entre sus líderes.
Además, el grupo guerrillero tiene su origen en el Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP) y el Partido de los Pobres (PP), de Oaxaca y del estado vecino de Guerrero, respectivamente.
El grupo armado reiteró que en México no existe una verdadera democracia, porque Calderón llegó al poder de forma ilegítima, en alusión a las denuncias de fraude de la izquierda mexicana tras su derrota en los comicios de 2006.
Increpan a Ruth Zavaleta
El EPR increpó además a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, la perredista Ruth Zavaleta, recibir las migajas del Estado, convalidar con hechos la elección presidencial y olvidar que el PRD surgió a partir de la lucha de grupos radicales armados.
“Desde el actual Gobierno ‘legal pero no legítimo’, algunos perredistas acostumbrados a desviarse de lo esencial: las causas que provocan el accionar revolucionario, se desgarran las vestiduras defendiendo una ‘legalidad’ trastocada por un fraude que en palabras reclaman, pero que con hechos convalidan”, señala el comunicado.
La dedicatoria del comunicado del EPR responde a una declaración hecha en días pasados por Zavaleta, sobre que “ninguna solución a los problemas del país vendrá de los grupos radicales armados”.
En medio del largo texto del comunicado, el EPR aseguró: “A la ciudadana Ruth Zavaleta, queremos decirle que la lucha dentro de los cauces legales, desde siempre ha tenido un alto costo político con la existencia de más de quinientos presos políticos y de conciencia, cientos de detenidos-desaparecidos desde los años sesenta hasta nuestros días, innumerables asesinatos de activistas políticos, revise la historia de su partido y de la lucha social en el país y encontrará que el costo para su partido es de más de 600 perredistas asesinados sólo en el sexenio de Carlos Salinas.
“Sin que usted y los representantes hagan algo efectivo para que no se sigan cometiendo estos crímenes desde el Estado que hacen posible que algunos de ustedes usufructúen las migajas que les brinda el Estado”, apunta el texto.
Este grupo hizo estallar en julio pasado varios artefactos en instalaciones de Pemex en los estados centrales de Querétaro y Guanajuato, acción que repitió hace una semana en Veracruz y Tlaxcala, en el oriente y centro del país, causando en ambos casos millonarias pérdidas económicas.
Temen los hermanos Cerezo ser detenidos
“Lo menos malo que esperamos mis hermanos y yo en este momento es una detención. Esperamos no morir rápidamente o que nos agarren de ‘pagadores’ en esta guerra”, admite Francisco Cerezo Contreras, cuyos padres son señalados por el gobierno federal como dirigentes del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
En entrevista explica que él, Alejandro, Emiliana, Héctor y Antonio viven con la zozobra, acentuada en las últimas semanas, de que el Estado mexicano está generando un clima de desconfianza y temor en torno suyo, para legitimar una agresión posterior, pero insiste en deslindar a los hermanos Cerezo del EPR.
“La causa del Comité Cerezo son los hermanos Cerezo”, aclara, en alusión a Héctor y Antonio Cerezo, quienes cumplen una sentencia de siete años y medio en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, por atentados con petardos a sucursales de Banamex en 2001.
“Ese ha sido nuestro trabajo, llevamos seis años de lucha y esto (las ‘filtraciones’, la insistencia en el vínculo familiar) lo que hace es tratar de aislarnos y estigmatizarnos.”
Francisco explica lo que en otras ocasiones ha dicho. Él y sus cuatro hermanos tienen 17 años sin saber de sus padres, que un día se fueron para, de acuerdo con los servicios de inteligencia mexicanos, entrar a la clandestinidad, desde donde supuestamente dirigen al EPR.
Para los hermanos Cerezo, la revelación de la presunta identidad de sus padres (Tiburcio Cruz Sánchez, comandante en jefe del EPR, y Elodia Canseco Ruiz) por parte del gobierno federal, “fue una sorpresa, no sabíamos nada y ya ni quisiéramos saber más”, acota.