Cuando un hombre estaba a punto de disparar, la niña de siete años Alexis Goggins corrió desde el asiento trasero del vehículo todo terreno en el que viajaba con su madre y con su cuerpecito protegió a su progenitora, mientras gritaba "¡No lastime a mi madre!"
Seis impactos de bala de nueve milímetros se estrellaron en el cuerpo de Alexis, una de las cuales le perforó el ojo derecho. Otros dos lesionaron a la madre de la menor.
La mujer logró sanar, pero dos semanas más tarde, Alexis sigue en estado grave y ha perdido un ojo, y para sus compañeros de clase y para muchas personas en esta ciudad, lamentablemente familiarizada con la violencia, la pequeña es realmente una heroína.
"Ella intentó salvarme", afirmó Seliethia Parker, de 20 años, la madre de Alexis.
"Mi bebé es un ángel para su madre. Una piensa como madre que debería salvar a mi hija. Nunca pensé que mi hija me iba a salvar a mí", agregó.
Alexis ha sido sometida a tres operaciones desde el tiroteo, y su madre se encuentra junto a su cama en el Hospital Infantil de Michigan.
En cuanto a la madre, también resultó gravemente herida, con una bala que le rozó la cabeza y la otra que le entró por el pecho y se detuvo cerca de una arteria. Sin embargo, fue dada de alta apenas unos días después.
El ex novio de Parker, Calvin Tillie, un ex convicto de 29 años que estaba con libertad bajo palabra, fue arrestado por el tiroteo y enfrenta dos acusaciones de agresión con intento de cometer asesinato, así como otros delitos. Podría ser condenado a cadena perpetua.
Alexis tiene discapacidad en el aprendizaje y tiene un retraso en comparación de otros niños de su edad. Como resultado, la policía afirma que posiblemente nunca se sabrá si Alexis intentó proteger a su madre de las balas con su cuerpo. Sin embargo, Parker indicó que si su hija no se hubiera interpuesto "realmente no sé, probablemente estaría muerta".