Una buena noticia de verdad ocurrió esta semana. El ?pulpo camionero? decidió tomarle la temperatura -y lo ajustado de los pantalones- al alcalde José Ángel Pérez, para medir sus fuerzas y así lanzarse a destruir todo el proceso que se ha llevado a cabo en pro de la anhelada reestructura del servicio de camiones de la ciudad de Torreón y éste ha respondido con la firmeza necesaria de una autoridad que se respete.
Bien hizo en verdad José Ángel en ordenar la aplicación de la ley para solucionar un conflicto que pretende escapar de las vías legales y los canales adecuados para ser resuelto. Ojalá se dimensione lo importante que representa que la reestructuración se cristalice, ya que una inmensa parte de la población, tiene que sufrir en su diario quehacer las carencias y penurias que resulta en muchas ocasiones, el utilizar este servicio.
Me atrevo, sin las cifras exactas en la mano, a señalar que en términos absolutos, es más relevante para la ciudadanía el que se resuelva con éxito el sistema de autobuses locales, que las atrasadas obras viales como el Nudo Mixteco, por la cantidad de usuarios reales que significan los que se suben a un camión, contra los que transitan en carro propio por los cruceros conflictivos.
Además es un asunto de justicia social, ya que los que dependen de un camión público para trasladarse son de un estrato más humilde que los que circulan en unidades particulares, por ello, el interés en general de la ciudadanía y del Gobierno Municipal mismo, de realizar acciones que contribuyan, al menos, de que en Torreón los que menos tienen cuenten con un servicio público decoroso.
Por ello, es importante para dimensionar el asunto, tener presente que una de las grandes vergüenzas de Torreón ha sido por muchos años el sistema de autotransporte público y que debido al miedo a las manifestaciones del ?pulpo? y el daño a los usuarios con acciones como el paro del miércoles pasado -aunque de manera parcial, ya que la mayoría de los concesionarios (hay que decirlo) está de acuerdo en la reestructura- en el servicio, nunca algún presidente municipal los había enfrentado con éxito, tal y como ocurrió ese día. El ?pulpo? estaba acostumbrado a que con sus amagues y plantones se salía siempre con la suya.
Mención aparte merece el vergonzoso papel que ha asumido el PRI local, que en medio de su desastrosa situación, haya elegido defender los lastres del pasado. Deberá mucho reflexionar Román Cepeda, presidente de este partido político antes de tomar otra acción en pos de levantar un moribundo instituto político.
Así, pues, queda ya en el pasado lo sucedido apenas hace tres días y lo conducente es ver lo que viene. Hoy más que nunca se debe exigir que la primera autoridad de Torreón, se mantenga inamovible en su intención de aterrizar el proyecto de modernización y sostenga ese incipiente respeto a la normatividad municipal aplicable.
Es menester señalar que para la ciudadanía en general, es de enorme importancia lo que representa para miles de usuarios diarios el servicio de calidad.
Y vaya, importante sería para Torreón en el marco de las celebraciones de su Primer Centenario, el poder contar con un trato y unidades dignas, que sustituyan a las decenas de unidades chatarras y contaminantes en las cuales tienen que subirse muchas de las personas que su posición económica les impide contar con un automóvil.
Habrá pues que estar muy al pendiente del desenlace de este vericueto, lo que se debe esperar es que todo llegue a feliz puerto y se cuente con un transporte público adecuado, para que la ciudadanía, que abiertamente se ha expresado a favor de las acciones tomadas por Pérez, pueda ponerle una estrella a su presidente que -hasta el momento- su mejor carta ha sido su prestigio de decencia. Tiene en sus manos una oportunidad de oro. eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx