En esta semana se concretó la firma -de las trescientas cincuenta necesarias- de concesionarios del transporte público de Torreón, que permitirá en teoría que se materialice la tan anhelada y nunca concedida modernización del servicio de camiones locales. La noticia tiene por supuesto varios ángulos. El primero por supuesto positivo y permite que persista la esperanza que por fin la mentada reforma del transporte se lleve a cabo. Eso, de llegar a buen puerto, será suficiente para que esta Administración sea recordada, ya que hasta ahora sólo su obra-hormiga y las bonitas patrullas representan lo que ha aportado como novedad a la ciudad, es lo que nos ha ofrecido, poco más qué agregar de real trascendencia.
El punto problemático es sin duda el aumento de 1.2 pesos. De tres pesos con treinta centavos (por supuesto nadie da el veinte de cambio) a cuatro pesos con cincuenta centavos.
Además dentro del plan, se está ofreciendo a los propios concesionarios que aquellos que inviertan en unidades panorámicas, estarán en condiciones de cobrar hasta 5.50 por pasaje. Es importante señalar que las tarifas y los aumentos eran ya públicos desde el anuncio del plan de modernización, dentro del cual, en sus puntos principales ofrecía el aval del municipio para que los transportistas accedieran al crédito, para que a su vez pudieran adquirir los muebles nuevos o recientes que exige el compromiso.
Lo desafortunado de todo, es que el acuerdo y el alza inminente de la tarifa en los próximos días, ocurre justo cuando el país entero ha sufrido en las últimas semanas una burbuja inflacionaria a la cual ya nos habíamos desacostumbrado. Específicamente el incremento en el precio de la tortilla ha tenido un impacto severo en el bolsillo de todo mundo, pero en mayor proporción en las clases necesitadas, que son las más.
Hoy en todo México se aúlla con razón por el golpe que ha significado para todos. Los discos de maíz son sin lugar a dudas la base de la dieta de la inmensa mayoría de los habitantes de esta nación. Se ha hablado que la tortilla en los últimos meses vio su precio moverse de 5.5 pesos por kilo, hasta los diez pesos.
No se hicieron esperar las especulaciones en las comunidades rurales de algunos aprovechados -que nunca faltan-, pues se llegó a vender el kilo hasta en catorce pesos. El precio hoy está entre los ocho cincuenta y los siete pesos en las tortillerías y en las cadenas de autoservicio lo han mantenido incluso en cinco cincuenta.
Así pues el aumento radicó en un 60 por ciento o en términos absolutos: la subida es de tres pesos. Golpe fuerte sin negarlo, pero en medio de esta psicosis alcista de la canasta básica, se presenta el infortunio del nuevo golpe que vivirán estas clases en su presupuesto con el nuevo costo por obtener el servicio de transportación.
Vale entonces un juego de números para explicar los efectos: una familia sencilla de cuatro miembros, padres y un par de hijos, el papá necesita tomar dos camiones para ir a trabajar y digamos unos cuatro para los hijos, ida y vuelta a la escuela, aunque como son menores pagan la mitad. Tenemos entonces que desde el próximo lunes la familia desembolsará tres pesos más para mover al jefe de familia a su trabajo, más otros tres pesos para que los hijos vayan y vengan a la escuela, hablamos de seis pesos. Esa misma familia consumirá entre un kilo o kilo y medio de tortilla diario; tenemos entonces un costo extra de entre 3 a 4.5 pesos.
La comparación es sencilla, el impacto para una familia de Torreón es mayor en cuanto a transportación que a la tortilla. Vale la pena entender nuestra realidad. Es verdad que el alza de la tortilla es un problema, pero en Torreón, ahora dejemos de hablar de la tortilla como tema principal, el trancazo a la bolsa viene ahora por el transporte.
Pacto Civil de Solidaridad
Anteayer en la ciudad de Saltillo, se llevó a cabo la primera unión legal homosexual en México. Coahuila ahora se distingue por ser la primera entidad federativa que regula esta relación. El Pacto Civil de Solidaridad lo denomina el recién reformado Código Civil del Estado.
La legalización de relaciones entre personas del mismo sexo es un tema que da para una profunda discusión. En el Congreso local, el PRI utilizó su mayoría para aprobar la iniciativa y el pasado miércoles, en la ceremonia mencionada, la diputada Julieta López Fuente, autora de la propuesta del famoso pacto, atestiguó la unión.
Soy un creyente profundo de la libertad, me parece congruente que la ley proteja a las personas que han decidido llevar una relación similar al matrimonio. Sin embargo, me preocupa que haya una diputada que gustosa sea una testigo fervorosa de una situación que aunque merece por su dignidad humana, ser reconocida, no puede uno sino lamentar que López Fuente piense que estas cosas que suceden sean motivo de júbilo.