SIN FAVORITOS | PEYTON MANNING Y TOM BRADY PUEDEN LUCIR EN ESTE PLAY OFF.
AP
San Diego y Chicago tienen la ventaja de recibir toda la postemporada en casa.
NUEVA YORK, NY.- Es el sueño de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL, por sus sigals en inglés): unos play offs impredecibles. Cada uno de los 12 sobrevivientes tiene alguna fisura y una posibilidad aceptable de llegar al Super Tazón. Y quizás ganarlo.
Si hay que ser realista, los Gigantes y Vaqueros, ambos en picada, no cabrían en esa categoría, y probablemente los Jefes de Kansas City tuvieron demasiada suerte.
San Diego debe partir como el gran favorito por ser el equipo más completo, aunque encara la postemporada con un quarterback en su primera campaña como titular y un entrenador cuyo récord en los play offs es de 5-12. Chicago es el primer preclasificado de la Conferencia Nacional. Su quarterback Rex Grossman cerró la temporada con una derrota frente a Green Bay en la que apenas completó dos pases, misma cantidad de balones que le interceptaron para marcar un touchdown.
¿Algún favorito en la Nacional? Ese será Filadelfia, que ganó sus últimos cinco partidos para llevarse el Este, división con tres de los seis equipos en los play offs.
Un repaso
a los play offs
En la Conferencia Americana, San Diego (14-2) y Baltimore (13-3) parten como favoritos y gozarán de tener descanso en la primera semana.
Se lo merecen. Los Cargadores son de lejos el mejor equipo de la liga, con recursos de sobra en el ataque (LaDainian Tomlinson y Antonio Gates) y defensa (Shawne Merriman, Jamal Williams, y compañía) para lidiar con cualquiera. Las incógnitas son el mariscal de campo Philip Rivers y el técnico Marty Schottenheimer.
Baltimore ya no es sólo defensa. En su quarterback Steve McNair tiene una ficha que careció en 2000, cuando Trent Dilfer lideró un ataque conservador al ganar el Super Tazón de ese año.
Los dos rivales más fuertes serían Indianápolis y Nueva Inglaterra (ambos 12-4). Nunca se debe subestimar la conexión Peyton Manning/Marvin Harrison en la ofensiva de los Potros. Mucho menos a unos Patriotas que están curtidos con la experiencia de tres títulos en el Super Tazón, además de tener al genial Bill Belichick como entrenador y a un quarterback de la talla de Tom Brady, capaz de ganarle a cualquiera.
El talón de Aquiles de los Potros es una defensa que permitió 173 yardas en acarreos como promedio. Los Jefes (9-7) cuentan en Larry Johnson un corredor que podría explotar esa debilidad el sábado.
Al día siguiente, los Patriotas recibirán a los Jets de Nueva York (10-6) en el otro partido de wild card de la conferencia. El atractivo sería el tercer duelo entre ambos equipos en la temporada, enfrentando a Belichick con Eric Mangini, su ex pupilo.
Mientras que en la Conferencia Nacional se da por descontado que los Gigantes (8-8) caerán en Filadelfia, equipo al que derrotaron en la segunda semana. Entonces era un equipo bastante compacto, pero ahora es uno cualquiera golpeado por lesionados y poca armonía.
Dallas (9-7) luce mal, pero podría dar la sorpresa en Seattle (9-7), ya que los Halcones Marinos, perdedores del último Super Tazón, echarán de menos a sus esquineros titulares. Parece que los rivales de Dallas ya le han tomado la medida a Tony Romo, el quaterback revelación de los Vaqueros. Los Santos (10-6) son quizás el equipo más explosivo con Drew Brees como mariscal de campo, el polifuncional Reggie Bush, Deuce McAllister, Marques Colston y Joe Horn. La defensa de Nueva Orleáns es floja, pero nadie es perfecto en la Nacional.
¿Chicago? La defensa es un colador sin Tommie Harris y Mike Brown, y Grossman genera muchas interrogantes, un jugador capaz de lanzar cinco pases de touchdown un fin de semana y al siguiente ser anulado por completo.
