La seguridad extremará precauciones durante estos días.
Los vendedores de la Feria del Juguete saben que las ventas son bajas, pero aún así arriesgan tiempo y dinero con tal de sacar algo
El Siglo de Durango
“Las ventas en estos días no son buenas, pero uno mantiene la esperanza de poder sacar algo”. Su nombre es Fernando Hernández y ha sido vendedor de ambulantes desde hace más de dos décadas. Su mercancía se enfoca a las niñas y a los bebés pero, aún así, para él y sus compañeros no ha sido lo mismo desde que fueron exiliados del Centro Histórico con todo y sus chivas.
-Antes vendíamos hasta las dos o tres de la mañana de lunes a viernes para estos días. Durango es muy chico, ¿ves? – dice juntando las yemas del índice y del pulgar- y por eso todo está en el centro.
-Pero ya no hay tanto tráfico...
-Pues sí... ¿qué se le va a hacer? Ya estamos acá ¿no?
Su rutina, al igual que la de sus compañeros en esta Feria del juguete, comienza cuando la mayoría de los duranguenses para estas épocas aún están en cama, o preparándose el café de la mañana.
Fernando inicia el día a las 7:00 am, va a barrer su puesto y comienza el desembarque de osos, muñecas, celulares de juguete y todos los productos que en esta ocasión venderá.
“Mis hijas me ayudan a traer las cosas”, dice con semblante orgulloso.
-Lo malo es que no sale lo que le metes (la inversión). Tienes que pagar comidas, transporte, estás aquí desde temprano cuando sabes que nada más vas a vender, si bien te va, el viernes, sábado y domingo por la noche.
-Y si sabe que no se vende tan bien, ¿por qué arriesgar tiempo y dinero en esta feria?
-Las ventas en estos días no son buenas, pero uno mantiene la esperanza de poder sacar algo.
-¿No se supone que ya deberían haber empezado? –señalando los puestos cerrados, vacíos o aún desmontados.
-No pues cada quien. Yo quiero ganar un poquito más y chance me cae una buena venta. Ellos creen en lo mismo que yo, pero a lo mejor no quieren arriesgarle.
OPTIMISTA
El puesto de Fernando es el único que estaba abierto ayer. Mide aproximadamente tres metros de ancho por dos de fondo y, por muy caro que pueda parecer, sólo pagó 120 pesos por el espacio durante estos días.
La luz, “a lo mejor es de la presidencia”, ya estaba aquí cuando llegamos.
-¿Y hasta cuando van a estar?
-Sabe cuando vayamos a irnos –dice mirando al piso- Lo único que quiero es terminar lo que voy a vender.
Fernando continuó limpiando su puesto y sacando los productos. Su optimismo fue una buena lección por hoy, aunque es seguro que todos los días se aprende de alguien que, aunque las circunstancias se opongan, mantiene viva la fe y sigue trabajando duro por sus objetivos.
¡VAMOS SEGUROS!
La Feria del Juguete ubicada en el estacionamiento del Parque Guadiana ya cuenta con los servicios viales y de protección necesarios para que la gente asista sin miedo.
José Luis Gallegos, comandante de Vialidad, anunció que el área, que cuenta con dos sitios de estacionamiento para un total de 100 vehículos, será vigilada por diez cadetes de la academia, dos patrullas, cuatro motos y cuatro oficiales efectivos.
Por su parte, el comandante Juan Trejo, de Seguridad Pública, indicó que habrá 24 policías en el lugar y que contarán con un módulo de detención por si alguien incumple con la ley.
Ambas vigilancias permanecerán las 24 horas rotando al personal para tranquilidad de los habitantes.
