Preocupan los daños provocados por los visitantes en las paredes de la construcción.
Las decenas de miles de visitantes que asistirán en los próximos días a celebrar el equinoccio de primavera en el sitio prehispánico de Teotihuacán, cerca de la capital mexicana, no podrán pisar la cúspide de la Pirámide del Sol, como se hacía en otros años para dar la bienvenida a la nueva estación.
Así lo hizo saber el subdirector técnico del centro arqueológico, Ilan Vit Suzan, al presentar los detalles de una operación de seguridad que restringirá la fiesta para prevenir los daños ocasionados por el ascenso de la marea humana por las paredes escalonadas de la construcción.
Las personas que lleguen a Teotihuacán entre el 17 y el 21 de marzo, solamente podrán atravesar la cima de la pirámide por un andador de madera que les impedirá parar unos minutos en la parte más alta de esa estructura.
Vit Suzan informó de que para el día 21 se espera que la fila alcance por lo menos un kilómetro de longitud y advirtió que aunque la gente haya esperado horas, el ascenso a la edificación cónica se cerrará a las 16.00 horas.
Este control, agregó, tiene como finalidad proteger el estuco y la pintura mural del templo, que algunos visitantes pintaron con grafiti en alguna ocasión.
"El tiempo que transcurre entre un equinoccio y otro generalmente no es suficiente para atender el desgaste que sufre la pirámide durante la visita masiva", apuntó.
Vit Suzan se refirió también al hecho de que la gente "se recarga en las estructuras y daña considerablemente los aplanados y pisos originales, independientemente de la piedrita del recuerdo que muchas de las veces se quieren llevar a casa".