Diputados del Partido Social Cristiano, Alfredo Serrano, Luis Fernando Torres, Pascual del Chioppo y Alfonso Hurb, destituidos por el Tribunal Supremo Electoral, se declararon perseguidos políticos y advirtieron que seguirán el la lucha por evitar la 'concentración de poder'.
Congreso ecuatoriano reinicia sesiones para superar la crisis.
El Parlamento ecuatoriano encontró ayer la punta del ovillo para desenredar la crisis política del país, al nombrar titulares a una veintena de legisladores suplentes y reanudar las sesiones, suspendidas hace dos semanas por una pugna sobre la consulta popular para la Asamblea Constituyente.
Tras escuchar los argumentos jurídicos de varios legisladores sobre la legalidad de la sesión, el presidente del Parlamento, Jorge Cevallos, tomó juramento a los diputados alternos y abrió la sesión, con lo que el Legislativo recuperó su institucionalidad.
La secretaria de Comunicación de la Presidencia, Mónica Chuji, dijo que el Ejecutivo ve “con buenos ojos que finalmente vuelva a la normalidad el Congreso y vuelva a trabajar”.
Fander Falconí, secretario de Planificación, anotó que el presidente, Rafael Correa, siguió de cerca la sesión del Parlamento e insistió en que se dan “pasos firmes hacia la Asamblea Nacional Constituyente de plenos poderes” que, finalmente, “va a permitir hacer los cambios profundos” que se están diseñando.
Aunque el Ejecutivo asegura que nada tiene que ver en el enfrentamiento entre el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y el Parlamento, analistas políticos destacan su sesgada intervención, puesto que los 22 diputados suplentes ingresaron en el Parlamento durante la madrugada custodiados por la Policía, que depende del Ministerio de Gobierno.
Además, la policía tenía orden de impedir la entrada al Congreso de los legisladores destituidos hace dos semanas por el TSE, acusados de obstruir el proceso de la consulta para la Asamblea Constituyente que promueve el Ejecutivo.
El TSE consideró que el Parlamento obstaculizó el proceso al intentar “reemplazar” en la vocalía del Tribunal Electoral a Jorge Acosta, presidente de éste.
Acosta y la mayoría de vocales del TSE desconocieron la acción del Parlamento y, en respuesta, destituyeron a los 52 diputados que intentaron reemplazar al titular del organismo electoral.
Así mismo, destituyeron a otros cinco que interpusieron ante el Tribunal Constitucional (TC) una demanda de inconstitucionalidad a la convocatoria de la consulta.
El laberinto jurídico que se formó por la pugna entre el TSE y el Parlamento mantuvo paralizadas las actividades de este último durante dos semanas, pero ayer reanudó sus funciones bajo la mirada crítica de los 57 diputados destituidos.
Esos diputados, que forman parte de la mayoría de derecha opuesta al gobierno del presidente, Rafael Correa, mantuvieron reuniones en Quito y Guayaquil y aseguraron que la decisión del Parlamento es ilegal, pues está en trámite una apelación que interpusieron a la resolución del TSE en la que se les destituyó.
No obstante, el Parlamento, con argumentos jurídicos, apuntó ayer que mientras se tramita ese recurso los alternos pueden operar, lo que dio piso a la “principalización” de los suplentes.
En una rueda de prensa, el presidente del Parlamento aclaró que la posesión de los diputados se basó en una resolución de la Corte Suprema de Justicia, que indica que “mientras se esté en apelación no se suspende lo actuado”, por lo que la decisión del TSE está en vigor.