DE LOS objetivos que retomó la actual administración es el garantizar el acceso universal a medicamentos de bajo precio para todos los mexicanos.
Es una aspiración sin duda legítima, pero que hasta ahora ha quedado más en la retórica de campaña de Felipe Calderón.
Además el simple abasto de medicinas a precios accesibles, no necesariamente garantizaría la oferta más segura y eficaz.
Ahí está la confusión que prevalece en el mercado entre genéricos intercambiables (GI) y similares y que decir de la piratería, con los riegos adicionales que se discuten podrían darse al eliminar el requisito de planta, sin los adecuados controles de Salud que lleva José Angel Córdova.
Pero ahora a la polémica habrá que incluir otro tema relacionado con los medicamentos biotecnológicos, expediente con el que aún queda más claro que garantizar medicina barata sólo es parte de la ecuación.
Y es que hay un vació legal en el país para el manejo de éstos medicamentos, instalados en la punta de la innovación farmacéutica con sustancias que han surgido de microorganismo, órganos y tejidos de origen vegetal y animal a partir de los avances del ADN.
Como en las telecomunicaciones, también el desarrollo de esa rama farmacéutica ha rebasado la legislación, y el marco regulatorio para el manejo de aquellos productos que aspiran a convertirse en “genéricos” con sustancias cuya patente venció, es inexistente.
La medicina biotecnológica ha crecido a enorme velocidad en 7 u 8 años y representarían hasta el 10 por ciento de las ventas de la industria mundial con productos tan importantes como tratamientos para cáncer de mama, cáncer linfático, SIDA, diabetes o resistencia inmunológica para transplantes.
Sus ventas andarían en 50 mil millones de dólares y participan multinacionales como GlaxoSmithKline que lleva Oswaldo Gola, Eli Lilly de Enrique Conterno, Roche que comanda Miguel Munera, Johnson & Johnson de Miguel Lomelí, Pfizer de Jorge Bracero e incluso algunas nacionales como Probiomed de Jaime Uribe de la Mora y Silanes que comanda Guillermo Funes.
Dada la falta de reglas para enfocar en específico a los medicamentos biotecnológicos, existe el riesgo nada remoto de que nuestro país sea invadido por genéricos provenientes de China e India que han trabajado fuerte en esas fórmulas.
El problema es que los procedimientos de bioequivalencia que se siguen para los GI en medicina “sintética o química”, no corresponden a los “biotecnológicos” y a diferencia de los primeros en donde la sustancia activa simplemente no ayuda a al paciente, aquí una pequeña modificación puede generar reacciones.
En Europa los registros de los GI de medicinas biotecnológicas se dan caso por caso y conforme a variables científicas que nada tiene que ver con el procedimiento para productos químicos.
Aquí la misma Cofepris de Juan Antonio García Villa, a través de Gustavo Olaiz Fernández hizo patente apenas en mayo su posición sobre el tema en cuanto a la necesidad de contar para la medicina biotecnológica con un procedimiento para “GI” distinto.
Como ve no es un tema menor y la pelota está del lado de Salud o bien de los legisladores obligados a subsanar la laguna jurídica que existe para estos medicamentos de vanguardia, antes de que sea demasiado tarde.
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Y LA NOVEDAD es que ya comenzó a prepararse lo que podrá ser la tercera oferta bursátil del año, tras de que la siderúrgica Simec de Rufino y Sergio Vigil arrancó con una operación por 249 millones de dólares que se arrastraba del año pasado y luego siguió no hace mucho Banco Compartamos de Carlos Labarthe y Carlos Danel con 467 millones de dólares. En esta ocasión aparentemente será una colocación secundaria de Grupo Martí de Alejandro Martí y por medio de la cual se van a diluir Roberto Hernández y Alfredo Harp, entre otros socios ex Banamex. La transacción curiosamente estará a cargo del Credit Suisse que comanda Héctor Grisi.
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EL VIERNES SE completó el último de los pasos necesarios para que la JFCA dicte finalmente sentencia en el procedimiento que inició Mexicana que lleva Emilio Romano contra ASSA que encabeza Francisco Villarreal. Se espera que sea en los próximos días cuando se produzca el fallo, aunque aún no se puede descartar que el tema se resuelva vía la negociación, dado que las pláticas han continuado con la intervención de Javier Lozano, secretario del Trabajo.
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LE HE PLATICADO de la falta de consensos que hay entre los gobernadores en torno a la propuesta de la SHCP de Agustín Carstens para asumir mayores potestades tributarias vía la aplicación de algunos impuestos como los que se pretenden imponer a cervezas y bebidas alcohólicas. Esto aún no está descartado y ni siquiera se habrían salvado los refrescos y mucho menos los cigarrillos. Parece que esta industria incluso la tendría peor, puesto que adicionalmente habría la propuesta en Salud de restringir aún más sus márgenes para publicitarse, dado el fuerte crecimiento que ha mostrado el mercado de los jóvenes. En ese empresa hay solamente dos actores Philip Morris que lleva Ian Ferguson y British American Tobacco (BAT) que comanda Andrea Martín. Así que las industrias recurrentemente castigadas por el fisco aún están en la mira en una discusión que como sabe apenas comienza.
