El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró que el próximo verano “será crítico” en Irak y que hay que esperar “fuertes enfrentamientos” en ese país durante las próximas semanas. (AP)
Señala el presidente de EU que se esperan fuertes enfrentamientos en el país árabe en las próximas semanas.
El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró ayer que el próximo verano “será crítico” en Irak y que hay que esperar “fuertes enfrentamientos” en ese país durante las próximas semanas.
En una conferencia de prensa convocada ayer por la mañana y celebrada en la Rosaleda de la Casa Blanca, Bush dijo que “este verano será crítico para la nueva estrategia en Irak” y recordó que los iraquíes están saliendo de “años de dictadura” y que, por tanto, la situación allí no puede ser fácil.
“Hay que esperar más bajas, tanto de Estados Unidos como de iraquíes”, dijo el jefe de la Casa Blanca, quien rehusó pronunciarse respecto a cuándo se podría empezar a pensar en el regreso de las tropas a casa.
Insistió en que Estados Unidos está en Irak porque así lo quiere el Gobierno iraquí y aseguró que si esa nación no quisiera que EU estuviera allí, se irían, “pero los resultados serían catastróficos”.
Mientras tanto, la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó cien mil millones de dólares para financiar hasta septiembre las campañas militares en Irak y Afganistán, tras negociar importantes concesiones políticas con la Casa Blanca.
La iniciativa financia la guerra hasta septiembre, como quería Bush y no fija una fecha para el retiro de las Fuerzas apostadas en Irak.
A cambio, Bush aceptó destinar 17 mil millones de dólares a proyectos nacionales y relacionados con las Fuerzas Armadas, como requerían los demócratas.
PLAN DE SEGURIDAD
Bush anticipó que los enfrentamientos se acrecentarán en Irak durante los próximos meses, porque los soldados allí destinados empezarán a entrar en áreas nuevas donde se producirán altercados. También explicó que el jefe de las tropas de EU en Irak, el general David Petraeus, le informará sobre los primeros resultados de la nueva estrategia en Irak a finales del verano, en el mes de septiembre.
“Me gustaría que estuviéramos en una configuración distinta en algún momento en Irak”, admitió el gobernante, quien agregó que de todas formas no habrá progresos hasta que “no se tome control de la seguridad en la capital”, Bagdad. En su opinión, la victoria en Irak llegará cuando “el país esté estable”.
El mandatario insistió en la amenaza que representa Al Qaeda para Estados Unidos y señaló que los informes de Inteligencia que maneja Washington son claros y que la amenaza persiste.
“Es mejor combatir al enemigo allá que aquí”, dijo Bush en un nuevo intento de vincular la guerra en Irak a la guerra global contra el terrorismo que libra Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Respecto a los dos soldados que permanecen desaparecidos en Irak, el presidente indicó que no se escatimarán esfuerzos para encontrarlos.
Mueren 33 personas por atentados en Irak
Por lo menos 33 personas murieron y 30 más resultaron heridas ayer en Irak a consecuencia de dos atentados con bomba en las ciudades de Fallujah y Kirkuk, informó la Policía iraquí.
En Fallujah, 65 kilómetros al oeste de Bagdad, al menos 27 personas perdieron la vida y 30 resultaron heridas cuando un suicida detonó un coche bomba durante un funeral, indicó la policía de la nación árabe.
El hecho ocurrió a las 09:00 horas local (05:00 GMT) cuando la comitiva fúnebre se dirigía al cementerio local para enterrar a Allawi Al Isawi, un jefe tribal quien fue asesinado la víspera afuera de su casa.
Isawi, al igual que otros líderes tribales de la provincia de Al Anbar, de la cual es capital Fallujah, decidió brindar ayuda al Ejército estadounidense y las Fuerzas iraquíes en su lucha contra los milicianos sunnitas.
Por otra parte, seis agentes de Policía fallecieron ayer tras la explosión de una bomba al paso de un convoy policial en una carretera de la zona de Sulaimán Bek, 120 kilómetros al sur de Kirkuk, en el norte de Irak, informó la Policía.
Las Fuerzas de Seguridad y los ciudadanos iraquíes que cooperan con las autoridades locales y la Fuerza multinacional encabezada por Estados Unidos son blanco frecuente de los ataques de los insurgentes que los consideran traidores.