TORREÓN, COAH.- Una tarde más, al más puro estilo del Estadio Corona. Mucho sol, mucho calor, muchas bebidas entre los aficionados y muchas esperanzas de que Santos Laguna sacaría un buen resultado ante Veracruz.
A diferencia del torneo pasado, la gran mayoría de los rostros en las tribunas esbozan sonrisas, la confianza de que Santos Laguna llegará más lejos que en el torneo pasado, es más, que la salvación está más cerca.
Como si fueran una especie en extinción, los seguidores del Veracruz eran pocos, posiblemente tuvieron miedo al clima que se vive a las cuatro de la tarde en la Comarca.
Hacen su calentamiento los visitantes y el público recibe a Carlos Cariño con un fuerte aplauso, demostrando que se le estima y que se le desea lo mejor ahora con el Veracruz. Bueno, por hoy no, pero sí en lo que queda en el torneo.
El Santos Laguna salta a la cancha con una manta de apoyo a Mauricio González, auxiliar técnico de Daniel Guzmán. Para la foto que nunca se publica, que es la de los cuadros titulares e invitados, tuvo dos momentos curiosos.
Los Guerreros no supieron si guardar la manta o fotografiarse con ella, además de que Oswaldo Sánchez no salió para esta porque se estaba poniendo su indumentaria. Después el equipo jarocho se formó para la gráfica, pero al contarse se dieron cuenta que les faltaba uno. Carlos Cariño no salió en la foto porque estuvo saludando a sus ex compañeros.
Ya en el juego todos esperaban que cayera el primer gol, mientras que Paul Delgadillo, la tarjeta más rápida del torneo, aguardaba a quien ajusticiaría. Ni tardo ni perezoso pintó de amarillo a Cesáreo Victorino y compensó con la tarjeta al “Chato” Rodríguez antes de los primeros cinco minutos.
Santos fue sacando su mejor juego, mientras que Seguridad sacaba a los rijosos en un sector de la tribuna de sol. Al minuto 11 Vuoso se dejó ir literalmente como un toro embravecido y abrió la cuenta con su cabezazo.
Pero Veracruz empezó a avisar que quería hacer un gol, aunque más con ganas que con buen futbol. Daniel Ludueña vio a Christian Benítez que empezó una carrera por enmedio de la defensa central y se le envió un pase medido al espacio para que el ecuatoriano se regodeara y anotara su segundo gol en el torneo y en el marcador.
Después Santos provocó varias acciones de peligro, pero Bernal y la suerte dispusieron que en esta ocasión Veracruz no se llevara una maleta llena de cuero.
Se está haciendo costumbre ganar. Lo vivido en la pasada temporada es un recuerdo agridulce, pero se quedó atrás. Ahora Santos se ve con confianza en todas las líneas, por lo que Pachuca será un rival que demuestre si lo que están haciendo los Guerreros es verdad o una casualidad. Pero lo que queda claro es que entre la afición santista y el equipo ya retornó el cariño.
