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Nuestra Salud Mental / LA SALUD MENTAL DE LOS NIÑOS

Dr. Víctor Albores García

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.

(PSILAC).

CAPÍTULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA

ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

(TRIGÉSIMA NOVENA PARTE)

Después de haber recorrido esta innumerable serie de separaciones a las que estamos expuestos a lo largo de nuestras vidas, creo que sin duda alguna, podríamos estar de acuerdo entonces en el hecho de lo importante que será el aprender a enfrentarlas y a manejarlas desde muy temprano. Ello definitivamente, estará determinado como ya lo hemos visto antes, por el tipo de vínculo y apego que hemos desarrollado con nuestros padres desde el momento en que nacimos, en ese primer modelo de relaciones básicas. Igualmente importante será reconocer el tipo y la frecuencia de separaciones a las que también hayamos sido expuestos desde esa etapa tan temprana. Por lo mismo, el hecho de que una vez que las parejas, madres y padres hayan decidido el tener un hijo, en ese momento ideal en que se sienten preparados para hacerlo, será pues de suma importancia el que puedan ser capaces de brindarle una relación lo suficientemente nutritiva no sólo en los aspectos físicos de alimentación, que sin duda alguna son esenciales, pero también lo son en lo que se refiere a la nutrición psicológica, que es un área que no siempre logramos reconocer y enfocar con la misma precisión e intensidad que la primera. Esa nutrición psicológica está basada definitivamente en el cariño, el entusiasmo, el gusto, los cuidados, la atención, la comunicación verbal y no verbal, la satisfacción de las necesidades del bebé y sobre todo en la relación regular, consistente, protectora, confiable y segura que puedan proporcionarle al bebé tanto la madre como también el padre, para construir entre ellos ese vínculo seguro al que tanto me he referido a lo largo de estas semanas. A riesgo de parecer repetitivo y monótono, me parece importante enfatizar el hecho de que un vínculo semejante a tan temprana edad, se convierte naturalmente en un factor de muy alta protección para el o la bebé en contra del desarrollo de trastornos de ansiedad, sea durante su infancia, su adolescencia o inclusive más tarde en su vida como adulto.

¿Pero qué otros factores podemos considerar importantes a lo largo de esta misma línea, como factores que ayuden a proteger a nuestros menores contra los riesgos de ese tipo de trastornos de ansiedad? Uno de los más comunes tiene que ver con esa especie de placer, a veces hasta un tanto sádico y malsano que llegan a presentar los adultos en el manejo de cuentos e historias de miedo y de terror con las que buscan impactar a sus hijos e hijas. Ello sucede con mayor frecuencia en el caso de muchos padres más que de las madres, quienes al hacerlo tratan de justificarlo como un método para ?curtir? a sus hijos, especialmente a los varoncitos, para enseñarles desde muy temprano a ?que sean o se hagan machos?, en contraposición a tener miedos y convertirse en ?maricones? o ?jotones?, que sería la más temida amenaza para este modelo de padres. Se trata de un método que se utiliza con bastante frecuencia para quitarles el miedo a los niños, como si se tratara de una especie de vacuna con la que candorosamente se busca inocularlos, para exorcizar así los miedos que pueden ser normales en la infancia. La enseñanza tradicional que nos llega desde siglos atrás, es que ?los machos no deben de tener miedo, porque sólo las viejas lo tienen?, una frase que tiende a confundir en muy amplio grado dos vocablos fundamentales, dos términos bastante malinterpretados y distorsionados en nuestra cultura: aquél que busca definir lo que significa ser ?macho? en contraposición de lo que significa ser hombre.

Es posible que en el caso de algunos niños, semejante ?vacuna? les llegue a funcionar en forma positiva, de modo que los confronte y sensibilice a ese tipo de historias y les ayude a digerirlas y manejarlas adecuadamente en los años siguientes, gracias a que ellos poseen o han desarrollado cierto tipo de estructura y de fuerza psicológica que así se los permite. Sin embargo, existe el otro lado de la moneda, el de una variedad de niños que están dotados de una mayor sensibilidad, o quizás con una estructura psicológica no muy bien desarrollada y resistente todavía, producto tal vez de su herencia genética, pero igualmente determinada por la ausencia de un vínculo adecuado con sus padres que no ha facilitado la formación de dicha estructura interior. En el caso de tales niños o niñas, definitivamente este tipo de ?vacunas? a base de exposición a cuentos, historias, películas o incluso experiencias en el hogar de miedo o hasta de terror en alto nivel, más bien provocarán los efectos contrarios, al estimular en ellos niveles sumamente altos de ansiedad, que no son capaces de contrarrestar y cuyos efectos entonces se van a manifestar en muy diversas formas. Estos niños pueden ser más introvertidos, tímidos, callados, aprehensivos, que tienden a presentar conductas temerosas y dificultades en su lenguaje: que además son mucho muy reactivos al menor estímulo ambiental mediante respuestas de ansiedad de tipo fisiológico de su cuerpo como es el caso de los temblores, sudoración, palpitaciones, falta de aire, dolores de cabeza, dolores abdominales, musculares o de otros sitios. Estos niños también tienden a presentar problemas sobre todo en el área del sueño, con dificultades para dormir, ante la presencia de sueños angustiantes, pesadillas o terrores nocturnos que inclusive son muy recurrentes y al repetirse una y otra vez determinan que se despierten llorando, gritando y que inclusive se vayan a refugiar a la cama de sus padres. Tales niños tienden a presentar además un gran número de miedos y fobias dirigidos hacia diferentes objetos como pueden ser la oscuridad, el agua, las alturas, los fantasmas, las brujas, los muertos, los secuestradores, los animales, insectos, gérmenes, etc., en lo que realmente puede representar el inicio de alguno de los múltiples tipos de trastornos de ansiedad que se han mencionado anteriormente (Continuará).

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