ASOCIACION DE PSIQUIATRIA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.
(PSILAC).
CAPITULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA
ASOCIACION PSIQUIATRICA MEXICANA
(QUINCUAGÉSIMA PARTE)
Definitivamente como hemos podido constatar, la experiencia de valorar e involucrar a la familia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad infantiles es indispensable, si es que realmente deseamos que funcione nuestro programa de tratamiento. Pero además de la presencia y de la actividad de la familia, hay también otra área que es de suma importancia para tomar en cuenta en un programa semejante diseñado para cualquier niño o niña que presente alguno o varios de los múltiples trastornos de ansiedad. Se trata naturalmente del área académica. Una vez que se llevó a cabo la historia clínica de estos pacientes y sus familias, dentro de la cual se valoró su funcionamiento escolar a través de la comunicación con sus maestros o los representantes oficiales de la escuela en que estudia, habrá que detectar asimismo el grado en el que sus síntomas y su padecimiento en general pudieran haberlo afectado. Cuando ése ha sido el caso, y debido a ello el paciente presenta cierto grado de atraso escolar, el terapeuta en asociación con el personal escolar deberá recomendar entonces, un programa de sesiones de asesoría especializada en diferentes materias, para ayudar al niño o niña a ponerse al corriente como parte del programa de tratamiento global que se diseñó. Sin embargo, existen otros casos, en los que en forma paralela a la presentación de uno o varios trastornos de ansiedad, el paciente puede padecer además otro tipo de trastornos, como son los trastornos de aprendizaje, que también son sumamente comunes. Dichos trastornos tienen que ver con las dificultades específicas que un sujeto presenta en lo que respecta a su capacidad para aprender y manejar adecuadamente ciertos símbolos, y muy específicamente la lectura, la escritura o las matemáticas. Cuando ello sucede, el plan de tratamiento para estos niños deberá incluir también la ayuda pedagógica especializada, ya no sólo para ponerlos al corriente como se mencionó en los otros tipos de pacientes, sino con objetivos enfocados en forma mucho más específica y adecuada, dirigida hacia la superación de este tipo de limitaciones en el aprendizaje, que generalmente tienen una base genética y vienen desde el nacimiento.
Por lo mismo, es importante el poder detectarlos durante la evaluación clínica, para que se les pueda ofrecer el tratamiento adecuado por especialistas en la materia, de manera que el niño o la niña venzan tales obstáculos y puedan seguir adelante con su proceso de desarrollo escolar. En tantas de estas criaturas suele suceder que la inseguridad, la timidez y el grado de ansiedad que ellos presentan, tiende a enmascarar y disfrazar su trastorno de aprendizaje, que muy fácilmente puede pasar desapercibido o justificarse como un síntoma de la ansiedad o de las fobias que presenta. Desgraciadamente, al no ser detectado tempranamente en estos casos, este tipo de trastornos tienden a prolongarse a lo largo de la vida, aún hasta la etapa adulta. Es muy común que en nuestra época, ya sea a niveles profesionales de estudios, sea licenciatura o maestrías lleguemos a detectar individuos que presentan tales trastornos, que nunca fueron diagnosticados ni tratados, pero que de una u otra forma estos sujetos han encontrado los recursos para compensarlos, sin siquiera saber ellos mismos que presentan tales trastornos.
A lo largo del tiempo conforme avanza el proceso de tratamiento de estos chicos y de sus familias en la consulta del psiquiatra o del psicólogo infantil especializado, es de gran importancia el trabajo que se lleve a cabo por los maestros o por los especialistas en pedagogía para corregir y superar los problemas en estas áreas académicas. Por lo mismo, es indispensable que el terapeuta encargado del programa sea capaz de comunicarse e integrarse con estos otros especialistas, para llevar a cabo un seguimiento a lo largo del tiempo, que de esta manera le proporcionará mucha más fuerza y coherencia al programa terapéutico, mediante el cual se intenta resolver de manera global los diferentes y variados problemas que puede presentar el paciente y su familia en áreas muy diversas. En tantas ocasiones, el servicio psicológico de la escuela o del colegio en el que estudia el o la paciente, pueden haber detectado desde antes su retraso escolar o el tipo de trastorno de aprendizaje que presente, de modo que ya se hayan tomado cartas en el asunto, y por lo tanto el paciente está siendo atendido por sus maestros para ponerse al corriente en cuanto a su retraso escolar se refiere. En los casos en que existe algún trastorno de aprendizaje, puede suceder también que su maestra, el o la psicóloga o las autoridades de la escuela ya lo han canalizado para recibir la ayuda pedagógica especializada que necesita, sea dentro o fuera de la institución.
La comunicación e integración del tratamiento psiquiátrico o psicológico que se lleva a cabo en el consultorio con el tratamiento y manejo escolar de estos niños en las instituciones académicas, así como en el hogar con su familia forman parte idealmente de un todo, de un proceso global de tratamiento que es indispensable para ayudar a estos chicos o chicas (Continuará).
