Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

NUESTRA SALUD MENTAL.

DR. VÍCTOR ALBORES GARCÍA

ASOCIACION DE PSIQUIATRIA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA.(PSILAC). CAPITULO INTERESTATAL COAHUILA-DURANGO DE LA ASOCIACION PSIQUIATRICA MEXICANA

(SEXTA PARTE)

TRASTORNO POR DEFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD (TDAH)

Mientras que en los niños la impulsividad llega a ser causa de múltiples accidentes, del tipo de caídas, fracturas, atropellamientos, quemaduras, etc. que inclusive pueden traerles consecuencias graves o fatales, en los adolescentes y en los adultos sucede algo semejante, con consecuencias aún peores. Los accidentes de tráfico en lo que respecta al uso imprudente e impulsivo de autos, motocicletas o cualquier otro tipo de vehículos se ha convertido en nuestras sociedades actuales, en una de las principales causas de muerte entre los adultos jóvenes, y aún entre aquéllos no tan jóvenes, pero que se la siguen creyendo. La combinación precisamente de dicha característica de impulsividad, imprudencia y altas velocidades, asociada al abuso del alcohol o de las drogas suele ser fatal en la mayoría de los casos, como lo muestran las estadísticas actuales. Es también importante mencionar, que en esa población de adultos jóvenes que padecen TDAH asociado a depresiones de tipo severo, se presenta además un alto riesgo de ideas y conductas suicidas, las cuales debido a esos factores mencionados anteriormente, en los que juega un papel tan importante la impulsividad, pueden llegar a tomar una forma más concreta e inclusive a ser actuadas con resultados mortales. Es así como se podría pensar que muchos de estos llamados accidentes de tráfico, en realidad podrían considerarse como una especie de suicidios escondidos, pero no detectados como tales.

La extrema inquietud o hiperactividad, viene a ser el tercer síntoma más importante de este trastorno, un síntoma que no necesariamente está siempre presente en estos sujetos, por lo que se llega a diagnosticar entonces como trastorno por déficit de la atención con o sin hiperactividad. Es decir, que un porcentaje de niño o niñas que lo padecen pueden presentar exclusivamente dificultades para mantener su atención y su concentración, con una tendencia importante a distraerse, pero sin la hiperactividad. Por lo mismo, estos sujetos no siempre llegan a ser detectados en la casa o en la escuela, ni tampoco son diagnosticados y mucho menos canalizados para que se les brinde la ayuda necesaria, puesto que no presentan las actitudes y conductas observadas en aquéllos que sí tienen hiperactividad e impulsividad, los dos síntomas que generalmente van asociados. La hiperactividad generalmente es un síntoma que se nota ya desde el embarazo, el nacimiento y la cuna, en sus primeros meses y años de vida. Se trata de bebés que pueden ser muy inquietos desde su formación en el útero, y que las mismas madres los reportan así durante sus embarazos, comparados con los otros hijos, ya que sienten sus movimientos intensos a todas horas, y hasta llegan a soñarlos como futuros futbolistas. Como recién nacidos suelen ser también sumamente inquietos, llorones, difíciles de consolar, y con patrones del sueño y de la alimentación sumamente irregulares, al grado de no poder dormir en toda la noche y mantener en vela a sus padres. Una vez que se pueden sentar y parar, se llega a notar todavía más esa hiperactividad, sobre todo cuando aprenden a caminar, lo que suele ocurrir desde muy temprano, porque entonces su desplazamiento es continuo y desde ese día no dejan de moverse jamás empezando al amanecer hasta que se quedan dormidos por la noche. Los padres de estas criaturas descubren esa energía increíble e interminable que poseen, que parece no agotarlos jamás, y “tienen cuerda” para muchas horas sin llegar a cansarse. En la mayoría de los casos inclusive, se excitan todavía más por las noches, especialmente después de haber asistido a cierto tipo de experiencias como piñatas, fiestas, ferias, cine, circo o reuniones en las que hay mucha gente, que precisamente actúan como estímulos muy potentes para ellos, de modo que los revolucionan demasiado e interfieren con su patrón de sueño al grado que les es más difícil conciliarlo. Desde muy temprano entonces, éste es un síntoma que puede provocar un enorme desgaste emocional y físico en los padres, así como mucha ansiedad y frustración, especialmente en la madre cuando ésta tiene que atender a varios hijos a la vez, y uno de ellos presenta semejantes características.

Sin embargo, y a pesar de dichos síntomas, la novedad de tener a esta criatura, el cariño y devoción de los padres, su tolerancia y paciencia, así como la falta de información al respecto, determina el que ellos consideren tales rasgos como normales o quizás ligeramente exagerados, pero en ningún momento como síntomas de algún trastorno, y mucho menos como algo que requiera de consulta o de ayuda especializada. En muchas ocasiones, puede ser el pediatra quien diagnostique estos síntomas como un posible TDAH, o en ocasiones, no es sino hasta cuando el niño o la niña entran a una estancia infantil, un jardín de niños o inclusive la primaria que el trastorno llega a sospecharse en forma más abierta (Continuará).

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 292459

elsiglo.mx