A pesar de los constantes llamados a la población para que se cuide el agua, el desperdicio es alarmante. Sin embargo, no sólo la sociedad está fallando, las autoridades incumplen con su tarea de diseñar estrategias e invertir dinero en reparaciones para evitar las fugas de agua en los sistemas operadores.
En Torreón la mitad del agua que se extrae se desperdicia diariamente. El desperdicio de agua en la ciudad es de 3 mil 500 litros por segundo, poco más de 300 millones de litros diarios, de acuerdo a datos proporcionados por el Simas. El problema tiene su origen en el mal estado de las tuberías.
En Gómez Palacio la situación también es grave, ya que en este Municipio se pierden diariamente 31 millones de litros de agua potable. Cifra que representa el 40 por ciento de los más de 77 millones de litros extraídos diariamente.
Los gerentes de los sistemas de agua (Simas-Sideapa) se dicen conscientes de la situación, afirman que se trabaja en estrategias para mitigar el impacto. Tanto en Torreón como en Gómez Palacio atribuyen la gravedad del problema a la falta de recursos económicos, ya que por los altos costos resulta imposible pensar en una reparación integral de las tuberías.
Históricamente a los gobernantes no les agrada la idea de destinar recursos a estos rubros, ya que al ser obra enterrada nadie la ve y no sirve para su lucimiento como los puentes. Sin embargo, ante la gravedad del problema es urgente que las autoridades vean como una prioridad invertir en los sistemas de agua potable.
Las proyecciones a nivel mundial son preocupantes. Se estima que para el año 2025 alrededor de 80 por ciento de la población mundial vivirá bajo condiciones de alta y muy alta escasez de recursos hídricos. En México más de 11 millones de mexicanos no cuentan con servicios de agua potable. De ahí la necesidad de, a nivel local, hacer esfuerzos para conservar el agua, el desperdicio es un insulto, sobre todo, en una zona desértica como la nuestra.