Con alta tecnología cada vez son más los secretos que se develan sobre la Mona Lisa. (Archivo)
SAN FRANCISCO, ESTADOS UNIDOS.- Por siglos, la Mona Lisa ha seducido a aficionados del arte incapaces de resistir conjeturas sobre sus orígenes y significado. Ahora un inventor francés alega tener algunas respuestas, incluyendo la suerte de las cejas y pestañas famosamente ausentes del enigmático cuadro.
El ingeniero parisino Pascal Cotte dice que pruebas ultradetalladas realizadas con escáner digital le permitieron cavar efectivamente a través de las capas de pintura para “ver” el pasado del retrato que Leonardo Da Vinci hizo en el siglo XVI a la esposa de un comerciante florentino. El cuadro más famoso del mundo sí incluía originalmente cejas y pestañas, según Cotte, quien dice sus escáners de 240 megapixels revelan rastros de la ceja izquierda, borrada hace años en esfuerzos de restauración.
“Con una sola foto uno profundiza en la construcción de la pintura y comprende que Leonardo era un genio”, declaró Cotte en el debut estadounidense de una exhibición en la que detalla sus hallazgos.
El ingeniero dijo que cuando vio a la Mona Lisa por primera vez de niño, en la década de 1960, se pasó horas frente al cuadro en el Museo del Louvre. Más tarde usó sus conocimientos científicos de luz y óptica para crear una cámara que le permitiera examinar el objeto de su obsesión.
Cotte, de 49 años, calcula que ha pasado unas tres mil horas analizando data de las imágenes que escaneó en el laboratorio del Louvre hace tres años. Cotte dijo que su análisis también reveló lo que dice creer son los colores originales de la obra maestra.
El tiempo, el barniz y las últimas restauraciones han resultado en un cuadro que, detrás de un vidrio antibalas en su casa permanente del Louvre, parece saturado de verdes, amarillos y marrones.
Al trabajar con una imagen digital de 22 gigabytes y 13 filtros de color en lugar de los tres o cuatro hallados en las cámaras digitales corrientes, Cotte creó una reproducción de la Mona Lisa con los azules claros y los blancos brillantes que cree representan la versión original.
“Para la próxima generación, garantizamos que por siempre tendrán el verdadero color de esta pintura”, dijo.
Aunque algunos historiadores de arte han expresado escepticismo sobre los hallazgos de Cotte, éste espera que su técnica pueda usarse como guía para futuras restauraciones no sólo de la Mona Lisa, sino de otros tesoros del arte alrededor del mundo.