“Ahora sé qué es un estadista: un político muerto. Necesitamos más estadistas”.
Bob Edwards
Se acerca a su fin el proceso de selección de los dos nuevos consejeros y del presidente del IFE. La Comisión de Gobernación ha preparado una lista de 39 finalistas. La decisión definitiva le toca a la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, cuyos votos decisivos son del panista Héctor Larios, el perredista Javier González Garza y el priista Emilio Gamboa.
El proceso ha resultado humillante para muchos. Los aspirantes han debido levantar la mano y llegar en actitud suplicante para pedir chamba a los líderes políticos. Los partidos han prodigado vetos y agresiones con criterios que no siempre resultan claros. Han sido descartados así Jorge Alcocer, uno de los principales arquitectos de la reforma electoral; el ex consejero electoral del Distrito Federal, Eduardo Huchim; el jurista Raúl Carrancá y Rivas; y la comisionada del IFAI María Marván, quien renunció al proceso por el trato insultante que le dieron el PRD y Convergencia. Otras personalidades, como María Amparo Casar y Leo Zuckerman, se negaron a participar en el proceso por considerar indebida la destitución de los actuales consejeros.
A los aspirantes se les hizo preparar un ensayo, tipo escolar, para expresar sus puntos de vista sobre la reforma electoral. La idea, al parecer, era eliminar a cualquier crítico de los cambios que se hicieron.
El proceso de selección parece exactamente contrario al que sería necesario para reclutar consejeros electorales realmente independientes frente a la clase política que tendrán que regular. Si se generalizan estos procesos habrá que dar veto a los monopolios sobre los miembros de la Comisión de Competencia y a los cárteles de la droga sobre el procurador de la República.
Los nuevos consejeros entrarán a cumplir sus funciones en un IFE severamente debilitado. La remoción de los actuales consejeros, a pesar de que la inamovilidad estaba supuestamente garantizada por la Constitución, constituye una advertencia para que los futuros consejeros no pretendan ser demasiado independientes. Los miembros y simpatizantes del PRD han festejado abiertamente la destitución de los consejeros como una venganza por el resultado de la elección de 2006. El PRI la ha aceptado como un rechazo a las decisiones de la hoy odiada Elba Esther Gordillo que antes fue líder de los diputados del partido. El PAN simplemente ha asumido una actitud cómplice, a pesar del golpe que esto significa para la legitimidad del presidente Felipe Calderón.
Tres de los nueve consejeros serán destituidos este año. Tres más el año que viene y otros tres en el 2010. La idea es tener un nuevo IFE a modo para las elecciones de 2012.
Una de las funciones principales del nuevo IFE será censurar tanto a los partidos políticos como a los particulares. La nueva legislación prohíbe las campañas críticas de los rivales y la contratación de anuncios políticos por quienquiera que no sea el IFE. El instituto deberá utilizar los tiempos de Estado y fiscales en los medios de comunicación para colocar los anuncios políticos aprobados.
Los tres principales partidos políticos usarán su derecho de veto y su poder de negociación para hacer consejeros y presidente del IFE a quienes piensan podrán favorecer sus intereses en los procesos electorales. Así, el PAN parece estar impulsando la candidatura de Mauricio Merino, quien cuando fue seleccionado por primera vez como consejero fue nominado por los priistas. El PRI apoya ahora a Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho de la UNAM. El PRD impulsa al ministro Genaro Góngora de la Suprema Corte de Justicia y al ex consejero Jaime Cárdenas. Otros parecen ser apoyados por varios partidos, como Lorenzo Córdova y Benito Nacif.
La abrumadora mayoría de los finalistas residen en la Ciudad de México. Esto refleja en parte el centralismo de la vida política de nuestro país, pero también las reglas para la selección y el trabajo de los consejeros. Hasta para presentar la solicitud ha sido menester trasladarse a la capital. El IFE es y será cada vez más una institución capitalina, a pesar de controlar elecciones en todo el país.
Habrá que ver qué IFE sale de todo este proceso. Los partidos políticos parecen estar seguros de que podrán controlar a quienes nombren consejeros. Las reglas están hechas para eso. Pero los consejeros podrían dar la sorpresa y hacer gala de independencia, aunque esto signifique que en algunos años vuelvan a ser destituidos pese a ser inamovibles.
VERDADES A MEDIAS
Guillermo Rentería es un consultor y publicista político. Notoria fue su campaña de publicidad para la campaña del PAN en Baja California este año, cuando retomó declaraciones del candidato del PRI al Gobierno, Jorge Hank, como las que señalaban que la mujer era su animal favorito. Esto ya no podrá hacerse ahora. La nueva Ley Electoral prohíbe las campañas “que denigren” a políticos o partidos. Rentería ha colocado en Youtube unos spots de radio y televisión que cuestionan esta prohibición y critican, además, la intensa campaña que los diputados y senadores han colocado en los medios para defender su reforma electoral. “Ésas son las verdaderas campañas sucias -me dijo ayer-: las que dicen verdades a medias para confundir a la gente”.
Página de Internet: www.sergiosarmiento.com