El obispo William Skylstad dijo que muchos en el gobierno no han reconocido los fallos estadounidenses en la invasión y ocupación, mientras que otros legisladores no han admitido 'las consecuencias humanas potenciales de una retirada demasiado rápida'. (AP)
El presidente saliente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, el obispo William Skylstad, exhortó hoy a los dirigentes de ambos partidos a dejar a un lado sus diferencias y concentrarse en poner fin al caos y la violencia en Irak.
Skylstad dijo que muchos en el gobierno no han reconocido los fallos estadounidenses en la invasión y ocupación, mientras que otros legisladores no han admitido "las consecuencias humanas potenciales de una retirada demasiado rápida".
Calificó las actuales condiciones en Irak de "inaceptables e insostenibles" para los iraquíes y el personal militar norteamericano, y llamó a una "transición responsable" en el país.
"Nuestro país necesita una nueva dirección para reducir el saldo mortal de la guerra y unificar a nuestro pueblo para lidiar con las dimensiones morales y humanas", dijo Skylstad.
Tanto el difunto papa Juan Pablo II como su sucesor Benedicto XVI expresaron su vehemente oposición a la guerra, y Benedicto ha condenado la "matanza continua" en Irak.
Skylstad concluyó su término en el puesto y el martes la Conferencia de Obispos Católicos eligió como su reemplazante al cardenal de Chicago Francis George, un defensor de la ortodoxia católica con vasta experiencia en el Vaticano.
George, que había servido los últimos tres años como vicepresidente de la conferencia, ganó por abrumadora mayoría la votación en la reunión otoñal. Pero el nuevo presidente ha sido criticado por los sectores reformistas de la Iglesia y por grupos defensores de las víctimas de abuso sexual de sacerdotes, que dicen que George no ha hecho lo suficiente para lidiar con el problema.
