Promete mandatario a empresarios alemanes reformas energética, hacendaria y laboral.
Agencias
BERLÍN, Alemania.- Ante autoridades y empresarios alemanes, el presidente Felipe Calderón ofreció ayer un México en paz, con estabilidad política y económica, con un Gobierno decidido a frenar al crimen, la corrupción y el influyentismo.
En el México que Calderón comenzó a promover en su primera gira europea, ocupó un primerísimo lugar el discurso de la vigencia de la Ley y el Estado de derecho.
Así lo planteó el Presidente en una conferencia con la Cámara Industrial y de Comercio México-Alemana, en la que hizo un recuento de su programa hacia el año 2030, sus acciones prioritarias y sus estrategias de corto plazo.
?El Gobierno tiene como consigna hacer de México un país de leyes, y cualquier persona que tenga pensado invertir o comerciar con México debe tener la seguridad de que en nuestro país, bajo mi mandato, la Ley se va a cumplir, tal como dispone la ley, sin influyentismos y fuera de corrupción?, dijo ante un centenar de empresarios alemanes.
Entusiasmado por los aplausos con los que fue acogido este discurso, Calderón se extendió, y habló por primera vez de su estrategia de extradiciones de grandes capos del narcotráfico.
Habló de un nuevo modelo de seguridad pública que busca atacar un problema endémico: el de capos de la droga que desde prisión ostentaban el control de sus cárteles.
?Estaban amenazando jueces, fiscales, empresarios, ciudadanos, desde la prisión; incluso habían ejecutado a varios jueces mexicanos... tomamos la decisión de extraditar a 15 capos del narcotráfico que demandaba la justicia de Estados Unidos?, enfatizó.
Después, en su reunión con la Canciller alemana, Ángela Merkel, Calderón descartó que sus decisiones en contra del crimen organizado puedan generar una reacción violenta que afecte el clima de inversión que pretende generar.
?No, al contrario, en la medida en que el Gobierno mexicano continúe avanzando en establecer condiciones más sólidas de seguridad, y que haga prevalecer la Ley por encima de los intereses de la delincuencia, estoy seguro que ese factor va a detonar, más que ningún otro, las posibilidades de nuevas inversiones en México?, enfatizó.
Ejemplo para AL
Calderón habló también de democracia y quiso despejar las dudas sobre su cerrada victoria en el proceso electoral del año pasado.
El resultado de los comicios del dos de julio, dijo, fue una demostración de la solidez de las instituciones mexicanas y afirmó que México está en paz y que hoy tiene un Gobierno y un Congreso que están trabajando.
Pese a que centró su discurso en las novedades de su Administración, también prometió reformas a la clase empresarial alemana.
Al estilo de su predecesor Vicente Fox, Calderón dijo que México quiere competir mejor en energéticos, y por ello promoverá una reforma en la materia.
Mencionó también la necesidad de un mercado laboral más flexible y una estructura fiscal más competitiva. En este punto de su discurso, Calderón reiteró que mientras su Gobierno busca elevar su competitividad, otros países de América Latina toman decisiones en sentido contrario.
?Estamos decididos a erradicar la idea que se tiene de México, la mala idea en algunos sectores de un México frenado por la mediocridad o una Latinoamérica dedicada a quejarse de sus problemas, a culpar a todos los demás de lo que les ocurre?, expresó.
Calderón evitó la comparación directa con Venezuela o Bolivia, pero en su conferencia de prensa con Merkel advirtió que hará valer la presencia de México en la región, para conducirla ?al cauce de prosperidad y de desarrollo con justicia?.
Junto a Merkel, se aventuró a decir que México es la economía más grande de América Latina.
La alemana respaldó a Calderón en sus tesis sobre Latinoamérica, y destacó que México está entre las primeras 15 economías del mundo.
Lo siguen las protestas
El presidente mexicano, Felipe Calderón inició ayer su primera visita a Alemania con un almuerzo privado con el presidente federal, Hosrt Köhler, en el Palacio de Bellevue, donde fue recibido con honores militares.
Poco antes de su llegada al palacio, una veintena de activistas de derechos humanos intentó acceder a los jardines del recinto presidencial, lo que tuvo que impedir la Policía.
Mientras Köhler y Calderón celebraron su almuerzo, miembros de distintas Organizaciones No Gubernamentales salieron a las calles de Berlín bajo el lema ?Fin a la represión en México?.
La manifestación, convocada por las organizaciones ?Atenco Resiste? y ?Federación Anarquista de Berlín?, arrancó en el Ayuntamiento berlinés y concluyo en las cercanías de la ?Casa de la Economía Alemania?.
