Es posible combatir el comercio ambulante que invade las calles, señala Indira Medina, consejal del Distrito Metropolitano de Quito.
El Siglo de Durango
En la mejor disposición el Gobierno de Quito, Ecuador, de prestar asesoría a la administración municipal una vez que en aquel municipio se logró la reubicación de diez mil vendedores que invadían las calles con sus puestos y que ahora se encuentran reunidos en centros comerciales formales.
Indira Medina, consejal del Distrito Metropolitano de Quito, Ecuador, expuso ayer ante los asistentes del XV Congreso Anual del Centro Iberoamericano de Desarrollo Urbano Estratégico (CIDEU) que se realiza en la capital la forma en que se combatió esta problemática en un lapso aproximado de cuatro años y medio.
Según narró, lo que se requiere es mucho diálogo y concientizar a los propios comerciantes informales de los beneficios que tienen al poseer un patrimonio propio como lo es un local en un edificio.
Describió que pese a la riqueza patrimonial que posee Quito en sus edificios, éstos no podían ser admirados en su máximo esplendor por los puestos que prácticamente abarrotaban las calles, en donde se ofrecía todo tipo de productos, desde comida hasta ropa.
Se trató de un proceso largo el convencer a los minoristas a retirarse de la vía pública; no obstante, la reubicación fue acompañada de capacitación adicional. No sólo se trató de cambiarlos de lugar sino de brindarles las herramientas necesarias para que sus negocios tomaran un nuevo giro.
Medina narró que se les impartieron cursos de contabilidad para que aprendieran a manejar su dinero de una forma distinta, no sólo de “bolsillo”.
Además, se les brindó la capacitación para atender al cliente, de modo que pusieran en práctica su vocación de servicio. En especial, se les hizo ver cómo su vida podía transformarse para bien.
Explicó que al principio del proyecto, los vendedores tenían miedo de que sus ventas disminuyeran, pues avizoraban que la gente no entraría a los centros comerciales; sin embargo, esto no ocurrió debido a que no aumentaron el precio de su mercancía.
El trato que se hizo con el Gobierno fue que comprarían sus locales a plazos, pues, dijo, en Quito están de acuerdo en que nada debe ser regalado.
Al cuestionarle si han intercambiado información con la autoridad municipal de Durango sobre este proyecto exitoso en Quito, contestó que sí. “De hecho hemos conversado con gente de Durango para ver si podemos asesorarlos para hacer un cambio positivo. Cuando hay pelea las cosas no funcionan, hay que hacer renunciamientos”, estableció.
“Lo importante es no querer hacer milagros, es un proceso de voluntades, tanto de los políticos como de los comerciantes y de la propia ciudadanía”, indicó.
Se tiene la intención
En su edición del 17 de enero del 2007, este medio de comunicación dio a conocer la postura de Adolfo Sánchez Nevárez respecto de combatir el problema del ambulantaje en Durango.
-Comunicó que el plan de la Coordinación de Inspección Municipal es reubicar a los comerciantes de zonas consideradas como problemáticas, entre éstas, los que se localizan en el área circunvecina del Hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y los locales de la calle Pasteur.
-Participó que ya se ha combatido la ocupación de las banquetas por parte de comerciantes en la zona que compete al ex Cuartel Juárez.
-Hay muchas quejas por ambulantaje en el Centro Histórico pero se tiene que aclarar que hay algunos que no tienen permiso, pero otros sí cuentan con el aval de la autoridad.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Durango.
