Héroes del Silencio. (El Universal)
Los fanáticos de Héroes del Silencio hacen de todo por tenerlos cerca
MÉXICO, DF.- “Vendo un riñón, pero que vengan”, escribió una persona para justificar el porqué debían tocar los Héroes del Silencio en Monterrey, de acuerdo con una ciber encuesta organizada por la empresa de espectáculos Ocesa en la que se recibieron cinco mil e-mails.
Otros argumentos a los que recurrieron los fans fueron “No quiero morir sin verlos”, “Se lo regalaré a mi esposa de cumpleaños (el concierto)” y hasta de quienes eran demasiado jóvenes cuando la banda española ya daba guerra en los escenarios mexicanos en la década de los 90: “No me dejaron ir mis papás porque era menor de edad”.
Los fans que participaron en la encuesta diseñada por Ocesa son residentes de Monterrey, Nuevo León, lugar que visitarán los Héroes el próximo 25 de septiembre.
Los seguidores de la banda tuvieron el gran reto de explicar en diez palabras los motivos para que un grupo que grabó en 1995 su último disco de estudio regresara a la sultana del norte, como parte de su gira del recuerdo, que contempla únicamente diez presentaciones.
El grupo liderado por Enrique Bunbury hará una escala en el auditorio Coca Cola de la capital neoleonesa, para luego tocar en Los Ángeles, California y después reencontrarse con el público mexicano el cuatro y seis de octubre en el Foro Sol del Distrito Federal.
La gira de los Héroes del Silencio inicia el 15 de septiembre en el estadio Mateo Flores de Guatemala y concluye el 27 de octubre en Valencia, España.
Para esta ocasión no hubo nuevo disco bajo el brazo, simplemente el placer del reencuentro y una buena oferta que los integrantes no pudieron rechazar. De hecho el último material de la banda salió a la venta en 1997, un disco doble llamado Para siempre, que supuso el fin de su carrera.
En 1987 el sello EMI España les ofreció un contrato discográfico de prueba y les puso un tope de ventas como condición para seguir en su catálogo. A 20 años de distancia regresan con un legado de más de diez millones de discos vendidos y hasta se dan el lujo de ofrecer conciertos sin pasar por el estudio de grabación. En Monterrey tal vez pasen por el hospital, para visitar al fan que ofreció un riñón para justificar su regreso.
