Domicilio actual de la familia Espinoza Valenzuela, una de las tantas que se encuentran en la pobreza en la ciudad de Canatlán.
EL SIGLO DE DURANGO
CANATLÁN, DGO.- Nadie se acuerda de ellos, todas las noches arriesgan sus vidas al dormir con los braceros encendidos; es la única manera de resguardarse del frío.
El frío complica la ya crítica situación de las familias de escasos recursos económicos; ante las heladas que se han presentado, los vecinos de colonias como la 11 de Julio, donde aún hay quienes viven en casas de cartón y madera, tienen que arriesgar su vida al tratar de calentarse por las noches con braseros.
En esta situación se encuentra la familia Espinosa Valenzuela, pues es una de las tantas afectadas por el adverso clima. El jefe de familia, Alejandro Espinosa, se dedica a la albañilería, aunque irónicamente nunca ha tenido la oportunidad de concluir su propia casa debido a su situación económica.
Él sale a trabajar desde temprano, mantiene a su esposa Maura y dos hijos de nueve y siete años, quienes poco pueden platicar de la Navidad, puesto que sólo la conocen por la televisión y por los adornos del Centro de la ciudad.
ADVERTENCIAS
A pesar de los avisos del Servicio Meteorológico Nacional en cuanto al riesgo climático que se vive en varias zonas del estado de Durango, incluyendo al municipio de Canatlán, no se han llevado a cabo acciones directas que beneficien de manera inmediata a estas familias y prevengan decesos en personas de escasos recursos económicos.
El pasado noviembre, al realizar una entrevista al secretario del Ayuntamiento, Eusebio Soto, afirmó que aunque no se tenía conocimiento de la declaratoria de riesgo climatológico ya había planes para contrarrestar los efectos del frío en las zonas marginadas del municipio.
No obstante, hasta el día de hoy, cuando el frío ha afectado intensamente a la región, no se han tomado acciones en favor de los más necesitados, situación que empeora por que los encargados de ello se encuentran de vacaciones.
Disfrutan en sus residencias de Durango
Cuando El Siglo de Durango se dio a la tarea de buscar al alcalde Eugenio Rodríguez del Campo, o en su ausencia al Secretario Municipal de Canatlán, se encontró con la noticia de que no sólo están de vacaciones, sino que ambos, al vivir en la ciudad de Durango, fue imposible poder acudir a localizarlos a sus domicilios.
La situación de no vivir en el municipio que dirigen posiblemente les impide darse cuenta de las necesidades de las familias marginadas de Canatlán; por eso, y mientras tanto, quienes vivirán este invierno a “flor de piel” tendrán que esperar a que los funcionarios regresen de vacaciones para ver si quieren hacer algo en su favor para poder mitigar el frío.
