Una Asociación Civil y una Sociedad Civil se definen como un conjunto de personas asociadas de manera voluntaria para realizar un fin común que debe ser legal y sin fines de lucro; están reguladas por el Código Civil de cada estado. (Archivo)
Hasta el 7 de septiembre pasado, 5 mil 730 asociaciones habían obtenido el registro que otorga el Instituto Nacional de Desarrollo Social, cuando en diciembre de 2005 eran 2 mil 959.
Las organizaciones civiles en México están en crisis: mientras aumenta el número de asociaciones que piden recursos públicos, éstos son limitados, la ayuda de las fundaciones extranjeras disminuye y la desconfianza y desconocimiento de la población hacia este sector sigue intacta.
En casi dos años, de diciembre de 2005 a septiembre de 2007, se duplicó el número de Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) que está obteniendo su registro para solicitar recursos públicos federales.
Hasta el 7 de septiembre pasado, 5 mil 730 asociaciones habían obtenido el registro que otorga el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), cuando en diciembre de 2005 eran 2 mil 959.
Aunque el monto de los apoyos que otorgan las dependencias federales aumentó entre 2005 y 2006, sólo alrededor de 200 organizaciones acceden a ellos.
El Centro Mexicano para la Filantropía (Cemefi) asegura que este sector de la sociedad aún no se repone del daño ante la opinión pública que causó el escándalo que se hizo público en 2004 cuando la Auditoría Superior de la Federación advirtió sobre el desvío y uso discrecional de recursos del Fideicomiso Transforma México de la Lotería Nacional para financiar instituciones privadas vinculadas con la Fundación Vamos México, presidida por Marta Sahagún, esposa del ex presidente Vicente Fox.
El impacto de ese suceso se comprobó en 2005, cuando el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) elaboró la Encuesta Nacional de Filantropía y Sociedad Civil, en la que se le preguntó a mil 500 personas de todo el país sobre cuál es el grado de confianza que tiene en diversas instituciones.
Un 58% respondió que confiaba “mucho” en la Iglesia y luego en los medios de comunicación; 44% de los encuestados dijo que no confiaba “nada” en las Organizaciones sociales o No Gubernamentales, así como en el Congreso de la Unión.
FONDOS EXTRANJEROS
Otro rubro en el que se ha visto afectado este sector es en la reducción de fondos extranjeros.
Consuelo Castro, asesora legal del Cemefi, explicó que esos fondos provienen principalmente de Estados Unidos, “pero desde el 11 de septiembre de 2001 se volcaron hacia el interior y ahora son más rígidos en los requisitos por su temor de que vayan a financiar al terrorismo”.
También influyó, desde 1994, la incorporación de México a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), “pues las fundaciones consideraron que si nuestro país estaba en una mejor posición económica no requería de apoyos para la asistencia”.
Señaló que los apoyos extranjeros dependen de la época porque hasta hace un año la mayor parte se destinaban a combatir el VIH-Sida y ahora, se dan a las asociaciones ambientalistas por el calentamiento global.
Esto origina, agregó, que cada vez más organizaciones tengan que solicitar recursos públicos, aunque aclaró que ninguna puede sobrevivir de esta forma “ni es lo deseable”.
Una comparación hecha en noviembre de 2006 por la organización estadounidense “Dar Caridad” señaló que el porcentaje de donaciones filantrópicas respecto al Producto Interno Bruto (PIB) es de apenas 0.06% en México, de 1.67% en Estados Unidos y 0.73% en Inglaterra.
La transparencia
Apenas hace dos años, el Gobierno Federal hizo públicos los montos de los donativos que otorga a las organizaciones civiles.
El primer reporte de 2005 señala que 45 oficinas y órganos de dependencias federales dieron mil 232 millones de pesos.
En 2006, la cifra aumentó a mil 659 millones de pesos.
Para Cemefi es necesario que ahora se conozca a qué organizaciones se apoya y de qué tipo.
Un análisis hecho por Incide Social -una asociación que preside Clara Jusidman-, sobre el “Fortalecimiento de la Sociedad Civil” establece algunos obstáculos para acceder a los recursos públicos.
Uno de ellos es que “los gobiernos siguen teniendo reservas en relación con las organizaciones de la sociedad civil y valorando desde la perspectiva de la ganancia política”.
El corporativismo, el clientelismo y la captación siguen siendo temas vigentes en la relación gobiernos-organizaciones de la sociedad civil”, se indica en el análisis.
DISCRECIONALIDAD
Un aspecto más señalado por Incide Social es que “en los tres niveles de Gobierno existen amplios espacios de discrecionalidad, pues en algunos fondos no hay claridad y transparencia en las reglas de participación”.
Consuelo Castro, de Cemefi, aseguró que la rendición de cuentas es un requisito para obtener fondos, pues tanto Indesol como Hacienda les exigen la entrega de reportes anuales, pues de lo contrario, se les cancela la autorización para recibir donativos deducibles de impuestos.
A pesar de ello, se han documentado casos por el desvío de recursos. Uno de ellos fue el que protagonizó la asociación civil Pro Vida, cuando la Secretaría de la Función Pública determinó en 2004 que causó un daño patrimonial al comprobar que gastó recursos recibidos de la Secretaría de Salud (34.5 millones de pesos) en fines distintos a los autorizados.
Otros casos recientes son investigados por Indesol.
Este diario constató que el acta de la novena sesión extraordinaria de la Comisión de Fomento a las Actividades de las Organizaciones de la Sociedad Civil, del 14 de noviembre de 2006, señala que hay dos organizaciones que están sujetas a investigación por el presunto desvío de recursos públicos.
Una de ellas es la Unión General de Obreros y Campesinos de México “Jacinto López”, organización ex priista que el 25 de enero de 2006 se adhirió a la campaña presidencial de Felipe Calderón.
Su dirigente, José Luis González, dijo desconocer la denuncia en su contra y aseguró que los recursos públicos que recibe los usa en fines autorizados.
Ricardo Reynoso, coordinador de Comunicación de Cemefi, consideró que hay que diferenciar cuáles son las organizaciones donatarias (autorizadas por Hacienda para recibir donativos) porque quienes no tienen esa condición son más susceptibles a malos manejos.
“El escándalo de Vamos México y Lotería Nacional nos produjo un daño grave y falta tiempo para superarnos. Vamos México no era una asociación civil típica surgida de la sociedad civil sino desde el poder”, indicó Reynoso.
Explicó que a pesar de que las organizaciones civiles atienden temas que no son operados por el Gobierno Federal “hay muchos prejuicios, todos somos sospechosos y la gente no conoce nuestro trabajo y que hay organizaciones serias y continuamente fiscalizadas”.
La radiografía
Las organizaciones de la sociedad civil se clasifican en:
*Asociación Civil (AC), Institución de Asistencia Privada (IAP), Institución de Beneficencia Privada (IBP), Asociación de Beneficencia Privada (ABP) y Sociedad Civil (SC).
*Una Asociación Civil y una Sociedad Civil se definen como un conjunto de personas asociadas de manera voluntaria para realizar un fin común que debe ser legal y sin fines de lucro; están reguladas por el Código Civil de cada estado.
*Las IAP’s y las IBP’s son asociaciones de carácter permanente y sin fines de lucro, cuyo objetivo es la realización de obras de beneficencia o asistencia y son reguladas por las Juntas de Asistencia Privada. Lo mismo sucede con las ABP’s que tienen un organismo regulador desconcentrado.
*En el registro federal hay 5 mil 63 asociaciones civiles, 452 IAP’s, 21 son IBP’s, 37 ABP’s y 157 sociedades civiles. La mayor parte de ellas se ubica en el DF, Oaxaca, Coahuila, Baja California y Michoacán.
*La Ley de Fomento a las Actividades Realizadas por las Organizaciones de la Sociedad Civil establece que es obligatorio inscribirse al registro federal de Indesol para acceder a recursos públicos.
*La mayor parte de las organizaciones se dedica a la promoción de la cultura y actividades de fomento artístico, científico y tecnológico, así como a la asistencia y al desarrollo comunitario.
*Las organizaciones registradas ante la Secretaría de Hacienda que tienen autorización para recibir donativos deducibles de impuestos son 5 mil 752.
